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HISTORIA

Jumilla

Jumilla aragonesa

Reconstrucción del poblado y el castillo de Jumilla
Reconstrucción del poblado y el castillo de Jumilla

La fortaleza de Jumilla

     La ubicación fronteriza de Jumilla, una constante en todo el territorio murciano, obligó a su población a vivir al refugio de las murallas.

     Durante el largo periodo en el que perdure la frontera, todo el territorio será salpicado por núcleos en los que las fortalezas y sistemas defensivos serán unos elementos fundamentales para la supervivencia de los mismos, algo de especial significado en la zona del altiplano murciano

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La conquista de Jaime II de Aragón

     Con la muerte de don Fernando de la Cerda, primogénito y heredero de Alfonso X, se inicia un problema sucesorio en Castilla que intenta ser resuelto con el nombramiento de su segundo hijo, Sancho (futuro Sancho IV), como heredero, lo que le enfrentará a los hijos del infante de la Cerda. Refugiados éstos en el reino de Aragón, en 1289 don Alfonso de la Cerda fue reconocido como rey de Castilla a cambio de la concesión del reino de Murcia al rey de Aragón, Jaime II.

     Estos episodios desembocarían en una guerra entre Castilla y Aragón cuyo epílogo sería el tratado de Torrellas-Elche (1304-1305) donde se llevará a cabo la división del Reino de Murcia y se establecerán los límites fronterizos entre Castilla y Aragón.

     En virtud de este tratado la villa de Jumilla, que había sido tomada en 1288 por Blasco de Maza pasaría a la Corona de Aragón y el señor del castillo, Juan García de Loaysa, se vería obligado a prestar homenaje a Jaime II de Aragón. Se iniciaba así la andadura de esta villa como territorio aragonés ( ver vídeo).

     Pese a quedar la villa de Jumilla integrada en la Corona de Aragón, esta siguió manteniendo sus fueros; en cuanto a la organización municipal, mantuvo el concejo formado por alcaldes, alguacil y jurados. Incluso se vio favorecida con la concesión de una feria a celebrar por la festividad de San Miguel (29 de septiembre) durante quince días, por merced de Jaime II.

     En estos años, la propiedad de la villa también cambió de manos, ya que las hermanas de Loaysa la vendieron en 1320 a Gonzalo García, personaje allegado al rey aragonés.

     En esa década se procede también a la ubicación y deslinde del nuevo amojonamiento del termino de la villa, obteniendo por escrito "carta de amojonamiento" en 1327, unos lindes que han llegado prácticamente a la actualidad inalterables (indaga sobre los documentos digitalizados de Jumilla en proyecto carmesí).

Una frontera caliente

     La ubicación fronteriza a la que se vio expuesta la villa de Jumilla trajo no pocos quebraderos de cabeza, siendo uno de los puntos de mira dentro del Reino de Murcia en los conflictos de frontera entre Castilla y Aragón.

     En un nuevo desencuentro entre ambas coronas, la "guerra de los Dos Pedros", Jumilla fue objeto de nuevas acometidas, siendo su desenlace final la toma por parte del Maestre de Santiago, Don Fadrique, hermanastro del rey Pedro I de Castilla, en 1357. De esta forma se ponía fin al dominio aragonés y se despojaba la villa de su señor Pedro de Maza Linaza, quedando así incorporada a los territorios de la corona castellana ( ver vídeo ).


Inseguridad y espacios abandonados

     A nivel general del reino de Murcia, la segunda mitad del siglo XIV hace del territorio murciano una marca fronteriza, un territorio no exento de peligros, deshabitado e inseguro. Desaparecieron aldeas y alquerías rurales surgiendo grandes espacios abandonados por completo por el hombre. Estas circunstancias propiciaron la aparición del contrabando, que se convirtió en una de las actividades más rentables para los escasos habitantes de la zona.