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Jumilla cristiana
Recorre la población de la Jumilla medieval. Sumérgete en los entresijos del poder paseando por la fortaleza
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El poblado
En este período, la villa de Jumilla contaría con alrededor de quinientos a seiscientos habitantes. Su población ya habría empezado a descender del poblado alto para comenzar a desarrollarse sobre el primitivo casco de la actual ciudad de Jumilla.
El nuevo asentamiento se desarrollaría sobre el antiguo arrabal musulmán y en torno a la iglesia de Santa María, construida hacia los años treinta del siglo XV, como también la pequeña ermita de San Cristóbal, ubicada en la falda del castillo, obras que parece que fueron auspiciadas por San Vicente Ferrer en el tiempo en que el peregrinaje que realizó por algunos lugares del Reino de Murcia, le trajo en 1411 a Jumilla (ver vídeo).
Así junto a estos edificios, formarían parte del primigenio núcleo urbano las calles de Cantarerías, Corredera, Cuatro Cantones, Acomodadas, plaza de los Gastos, y junto a estas el viejo barrio de la Peña, en la ladera del cerro.
La torre del homenaje
A mediados del siglo XV, se iniciaría la construcción del templo dedicado a la advocación de Santiago y que contaría con el mecenazgo del propio marqués de Villena. Esta basta construcción, obra del gótico levantino es una de las mejores manifestaciones de este arte en nuestra región. Su emplazamiento en el llano y magnitudes nos sugieren un desarrollo al unísono de la población de Jumilla.
De este período es la construcción de la torre del Homenaje del castillo (1461). Concebida para la defensa de sus inquilinos, la torre es de planta trilobulada, ciega por la parte este y redondeada para evitar así los impactos directos de las municiones de cañón, una solución que también aparece en el castillo de Belmonte.
La torre originariamente contaba con cuatro cuerpos: sótano, primera planta, esta planta hoy no existe pues fue destruida en el saqueo que recibió el castillo durante la guerra de Independencia, segunda planta o sala del alcaide, se trataría de la planta principal donde se ubicarían las estancias del señor del castillo, una tercera planta o sala del bastimento, es decir, donde se almacenaba el armamento que estaría destinada a la tropa; en ella se encuentra el portón levadizo y el horno de pan, y además esta se comunica con la cuarta planta o terraza.