Las tierras de Jumilla formaron parte del marquesado de Villena desde el S.XV hasta la disolución del señorío en el S.XIX.
Será con el príncipe Enrique, futuro Enrique IV, cuando Juan Pacheco Girón reciba en 1445 el título de Marqués de villena y la concesión de una serie de villas y ciudades del antíguo señorío de Juan Manuel, entre ellas Jumilla.
El ascenso de esta familia noble es similar a muchas del resto del territorio, por ejemplo los Fajardo. Recordemos que se desarrolla un sistema feudal, que en el plano político conlleva una descentralización del poder manifestándose en una pirámide en cuya cúspide se situaría el rey, que sería señor de vasallos.
Unos vasallos, nobles como por ejemplo Juan Pacheco, a través de los cuales se llevaría a cabo la reconquista efectiva sobre los nuevos territorios
Don Juan Pacheco, señor de Jumilla
Tras un breve período en el que la villa de Jumilla estuvo en manos de la familia Fajardo, en 1452 fue entregada por Juan II en señorío a D. Juan Pacheco Girón, iniciando así la larga vinculación de la villa al señorío de los marqueses de Villena.
Se trataba de la donación de un señorío jurisdiccional como indica el gran número de derechos a el adheridos: donación de la villa con su castillo, con sus aldeas, jurisdicción civil sobre sus habitantes, sobre la tierra, prados, montes, escribanías, rentas capitales, derechos para cobrar el portazgo, yantares, martiniega, etc.
Poco tiempo después, 1456, Enrique IV, principal valedor de la figura de D. Juan Pacheco, ratificaría de nuevo todas las mercedes concedidas por su padre al marqués de Villena, como muestra de la complicidad existente entre el monarca castellano y uno de sus más fieles colaboradores ( ver entrevista a Cayetano Herrero).
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