La donación de la villa a la familia Manuel

     El abandono del poblado musulmán de Yecla es un ejemplo de la estampida que se produce en numerosas zonas del reino de Murcia, ocasionando la aparición de los despoblados y en consecuencia el retraimiento demográfico de estas tierras.

     Fruto de la necesidad de afianzar y controlar los nuevos territorios conquistados, el rey Alfonso X comenzó a asignar a sus más fieles colaboradores tierras en calidad de pequeños señoríos para el asiento y repoblación del territorio ( ver vídeo).

     Yecla quedó dentro de uno de los señoríos más importantes del medievo, el Señorío de Villena, asignado en un principio por el rey Alfonso X a su hermano D. Manuel.

     Además, tras el tratado de Torrellas-Elche (1304-1305) por el que se establecía la frontera entre las tierras de la Corona de Castilla y las de Aragón, la plaza de Yecla quedaría en adelante como avanzadilla castellana en la línea fronteriza entre ambas coronas ( ver entrevista a Aniceto López).

     La repoblación cristiana de Yecla debió de realizarse con un contingente escaso de repobladores que procederían tanto de Castilla como de las fronterizas tierras valencianas; muy posiblemente de gentes que habían participado en las conquistas de Jaime I, incluida Yecla. Las remodelaciones realizadas en el castillo en época cristiana señalan una ocupación del mismo. Sin embargo, no podemos decir igual del poblado musulmán quedando éste abandonado, al instalarse la nueva población cristiana al otro lado del cerro del Castillo, en su cara norte.

     Será este nuevo asentamiento el que de origen a la actual ciudad de Yecla, descendiendo por la ladera del cerro hasta conquistar el llano. Este proceso será lento, dilatándose en el tiempo desde el último tercio del siglo XIII hasta el siglo XVI. Las razones del cambio de ubicación podrían deberse a la cercanía que este emplazamiento proporcionaba tanto de las tierras fértiles de cultivo como de la fuente principal de la villa.