El acorazado Jaime I se encontraba fondeado en el muelle de La Curra del puerto de Cartagena. Una explosión interna provocó el hundimiento del buque y la muerte de alrededor de trescientas personas el 17 de junio de 1937. Los centenares de heridos fueron trasladados al Hospital de Cartagena para su tratamiento. El Ministerio de Defensa republicano emitió la siguiente nota acerca de la explosión del Jaime I. "En el acorazado Jaime I, surto en Cartagena, en el cual habían comenzado algunos trabajos de reparación, ocurrió esta tarde a las tres y veinticinco una explosión interna, cuyas causas no se han podido establecer todavía. La explosión originó un gran incendio, produciendo averías de importancia y un número considerable de víctimas entre la dotación", publica el diario 'El Liberal'.

  El ministro de Defensa del Frente Popular, Indalecio Prieto (PSOE), viajó desde Madrid a Cartagena al conocer la noticia. Indalecio Prieto transmitió su pesar al jefe de la Base Naval, Valentín Fuentes; al jefe de la Flota, Miguel Buisa; y al comisario del Jaime I, Gabriel Pradal. Además, el Gobierno republicano ordenó la apertura de diligencias judiciales para el esclarecimiento de los hechos. El Tribunal Supremo nombró al magistrado Ricardo Calderón juez especial encargado del caso, con el fin de "averiguar las causas de la explosión y de exigir las responsabilidades a que hubiera lugar", informa el diario 'El Liberal'.

  El funeral en homenaje a las víctimas del acorazado Jaime I se realizó en la tarde del 18 de junio de 1937 ante el Hospital Militar. Los responsables de la Flota republicana y la base naval de Cartagena, el gobernador civil, los alcaldes de Cartagena y Murcia, y el cónsul de Gran Bretaña presidieron el funeral por los marineros fallecidos. Al acto asistieron líderes del Frente Popular pertenecientes al PSOE, el PCE y los sindicatos UGT y CNT. Los supervivientes del Jaime I y la tripulación del crucero Miguel de Cervantes desfilaron delante de los cuerpos sin vida de sus compañeros, colocados en una decena de camiones militares, mientras una escuadrilla de cazas surcaba el cielo.

  Hoy día, las causas exactas de la explosión interna del acorazado Jaime I continúan sin esclarecerse. Las causas más probables de la voladura son: el sobrecalentamiento de las calderas del buque, la acción de un soplete eléctrico o un acto de sabotaje de los nacionales en el interior del acorazado Jaime I en el puerto de Cartagena.