Tras el accidente del Sirio contra el Bajo de Fuera de las Islas Hormigas en Cabo de Palos (Cartagena, Murcia-España), el caos y la anarquía se apoderaron de la tripulación y los pasajeros del vapor en su lucha por la supervivencia. El capitán del Sirio, Giuseppe Piccone, y su tripulación se desentendieron de la organización de la evacuación del barco y subieron a un bote, logrando salvar la vida.

     El rescate del Sirio constituye, en la Historia de España, la mayor operación civil de salvamento en la costa. El vapor Marie Louise fue el primer barco en acercarse al Sirio tras la tragedia. El buque galo salvó la vida de 44 pasajeros y, a continuación, viró su rumbo hacia Alicante. Este barco había partido del puerto de Cartagena en dirección a Alicante y cubría la ruta entre Orán (Argelia) y Marsella (Francia).

     En las tareas de rescate del Sirio participaron un vapor, un pailebote (goleta pequeña), y nueve laúdes (embarcación pequeña con un palo y vela latina). El vapor mencionado era el Marie Louise, de nacionalidad francesa, y estaba comandado por el capitán Colomer. El pailebote 'Joven Miguel' era español y estaba comandado por el patrón Vicente Buigues. Los nueve laúdes de Cabo de Palos (Cartagena, Murcia) que participaron en el salvamento eran: 'Vicente Lacamba', su patrón era Agustín Antonio Valdivia; 'Cristo', patroneado por José Salas Martínez; 'San Pedro', con Ramón Parodi como patrón; 'Joven Vicente', su patrón era Juan Bautista Rodríguez; 'Pepa y hermanos', patroneado por Manuel Puga Romero; 'Francisca', con José Ruso Manzanares de patrón; 'Nuestra Señora de los Ángeles', su patrón era Pedro Llorca Zaragoza; 'San José', patroneado por Juan Valero Martínez; y 'Pepe Hermanos', con Miguel Puga de patrón.

     El marinero Vicente Buigues protagonizó la mayor acción heroica de la trágica jornada, cuando se dirigía a Cartagena procedente de Denia. El patrón del pailebote 'Joven Miguel' dirigió su embarcación hacia el Sirio, a pesar de la oposición de su tripulación. La primera operación de Buigues fue incrustar su popa en el lateral del Sirio, operación de verdadero riesgo, por el peligro que conllevaba de que el hundimiento definitivo del Sirio se llevara al fondo a su pailebote y tripulación. Una vez lograda cierta estabilidad, con tablas y cuerdas hizo una pasarela segura entre el Sirio y la cubierta del 'Joven Miguel'. Así, logró la salvación de más de 400 personas, hacinadas en el 'Joven Miguel' hasta su desembarco en el puerto de Cartagena. Además, los fareros de las Islas Hormigas, José Acosta y Manuel Jiménez, ayudaron a un centenar de náufragos a alcanzar el islote y les atendieron tras el rescate.

     Juan de la Cierva Peñafiel, ex-ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, elogió el comportamiento heroico de los habitantes de Cabo de Palos con los naúfragos del vapor Sirio. "Estos hombres rudos, ancianos, algunos octogenarios, tienen el corazón muy grande, hecho para el mar. Y sin que nadie los estimularan armaron sus frágiles barcos y a volar, apoyándose en los remos. Era el viento contrario y dificultaba el avance, pero con él lucharon... A salvarles marcharon los hombres y mujeres, la colonia entera, pronta a cumplir sencillamente nuestros deberes".