Grupo de alumnos de Música y Declamación del Conservatorio de Madrid
Grupo de alumnos de Música y Declamación del Conservatorio de Madrid

    En el mes de julio se conoció la noticia de que se había aprobado la creación del Conservatorio de Valencia. Esta concesión se interpretó como un buen augurio. Poco después se remitió la documentación pertinente al Gobierno Central, con la esperanza de que éste realizará la aprobación en un breve periodo de tiempo. Sin embargo, la burocracia oficial paralizó el expediente durante varios meses.

    El 8 de agosto tuvo lugar una segunda reunión en el Círculo de Bellas Artes. A la misma asistieron Isidoro de la Cierva, Emilio Díez de Revenga, Vicente Llovera, Ceferino Pérez Marín, Antonio Puig, Remigio García Gil, Mariano Sanz, Pedro Muñoz, Pedrera, Antonio Puche, José María Hilla y Pedro Jara Carrillo. Los presentes hablaron de los progresos realizados en las últimas semanas. De la Cierva informó que se había reunido con el Director de Bellas Artes, Alfonso Pérez Nieva, para informarle del proyecto del Conservatorio. Por su parte, Emilio Díez de Revenga comunicó que ya había redactado el reglamento por el que habría de regirse el Centro.

Acuerdos de la reunión

En esta reunión se tomaron varios acuerdos importantes:

- La redacción de sendas instancias dirigidas a la Diputación y al Ayuntamiento solicitando una subvención económica y la búsqueda de un local.

- La aprobación de los estatutos que había redactado Emilio Díez de Revenga (aunque, a peticion de algunos de los asistentes, se realizaron varias modificaciones).

- El nombramiento del director, cargo que recayó en Emilio Díez de Revenga.

- El nombramiento del claustro que quedó compuesto por 10 profesores: 

Solfeo: Ángel Larroca, maestro de capilla de la Catedral y Pedro Muñoz Pedrera.

Piano: Antonio Puig y Beatriz Martínez Arroyo.

Violín y Viola: Antonio Puche y Mariano Sanz.

Armonía: Emilio Ramírez.

Canto: Manuel Massotti.

Historia de la Música y de las Formas Musicales: Enrique Martí.

Declamación: Pedro Jara Carrillo.

    En la reunión se redactaron las correspondientes instancias dirigidas a las Corporaciones Oficiales, con el objeto de que, en virtud de los acuerdos tomados, solicitaran a Santiago Alba Bonifaz, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes la Real Orden de creación del Conservatorio. La intención era empezar las clases en octubre. Sin embargo, una semana después de aquella reunión se produjo una huelga general en toda España que obligó al Gobierno a centrar sus esfuerzos en atajar aquella situación. Durante los meses siguientes el expediente quedó paralizado debido a problemas burocráticos.

Paralización del expediente

Tras varios meses de espera, el 28 de enero de 1918 se publicó una Real Orden que dejaba en suspenso la resolución definitiva sobre la concesión del Conservatorio. Los peticionarios debían de resolver varios problemas:

- Elegir un nuevo claustro, pues varios profesores no eran considerados aptos para impartir las clases.

- Los programas de enseñanza se debían de ajustar a los oficiales del Conservatorio de Madrid.

- La petición de validez académica tenía que limitarse a los estudios elementales. Los estudios oficiales tendrían que ser de solfeo, y las enseñanzas elementales de piano y violín. Los demás estudios podrían realizarse, pero sin validez académica.

    Una vez conocidas estas incidencias la Junta Administrativa se puso a trabajar para subsanar los inconvenientes.