A partir del verano de 1917 los Exploradores iniciaban sólidos vínculos con Sierra Espuña y Alhama. Procedentes de Murcia, Águilas, Monteagudo, La Alberca, Alhama, La Unión, etc., acudían casi de forma continuada a lo largo de todo el año alegrando la Sierra que por momentos y según qué días se poblaba como si de un jardín de ciudad se tratara. Menudeban las subidas y bajadas de familiares, las reuniones en la fuente de Rubeos, las excursiones, las meriendas, los paseos. En julio de ese año Alhama en pleno sube a la sierra para ver a un 'ejército liliputiense'. Los días se suceden inmersos como en una especie de romería continua que no respeta ni la noche. Son numerosos los personajes que comienzan a ligarse a este evento, entre ellos: Isidoro de la Cierva, Rafael Antúnez, Ponce Manuel, Lorenzo Rubio, José Ortíz Corvera, Alejandro Santamaría, José y Rogelio Inchaurrandieta..., incluso el obispo pasó por el campamento esos días.

Para la presentación oficial del grupo de exploradores de Alhama el Presidente de su Consejo local, Vicente Vidal Albarca, había organizado con la ayuda de sus treinta aspirantes, una función benéfica en el teatro-cine. En 1918 los exploradores, coordinados y dirigidos por su instructor José Ortiz Conesa, organizaban una nueva función benéfica con el propósito de recaudar fondos. Al año siguiente se celebró el tercer campamento regional que se instaló en Fuente de Rubeos y fue escenario de conferencias, excursiones y prácticas escultistas. Alhama colaboró activamente proporcionando víveres. La coordinación del equipaje corrió a cargo de Pedro Canovas Muñoz colaborando Roque Sánchez Javaloyes, Oficial de Infantería retirado.

En 1920 participaron en la que sería cuarta edición del Campamento de Exploradores, diversos grupos de Murcia: San Antolín, Normal, Santo Domingo, San Juan, Barrio del Carmen, Beniaján..., acudiendo a la inauguración importantes autoridades políticas del momento.

En marzo de 1926, se celebró una función en el Salón Espuña a beneficio de los exploradores. Se proyectó la película titulada 'Escenas del Campamento', seguida de la zarzuela 'La Marcha de Cádiz' y el fox de Manuel Massotti. La prensa reflejó el acontecimiento al detalle. Para julio, como cada verano, los exploradores llegaron camino de Sierra Espuña siendo recibidos calurosamente por los alhameños y  destacando las aportaciones de Lorenzo Rubio. El XII Campamento tuvo lugar en 1928 y la prensa se hizo eco de ello con un extenso artículo sobre las bases y condiciones de participación.

La siguiente referencia a los campamentos de S. Espuña data de 1929 y sobre ellos dice el diario: 'que fortalecen física y moralmente a la Raza'. Aquel año se celebraba la XIII edición que había concentrado 'tropas' procedentes de Madrid, Almería, Torrevieja, Águilas, Murcia y Cartagena. El del año siguiente sería aún más multitudinario apareciendo en prensa una extensísima convocatoria firmada por Isidoro de la Cierva y Eladio Mendoza de la que también se hizo eco el periódico Espuña.