Anterior a 1333

Seda, laminilla de piel dorada por una cara. Lampás.

30 x 49 cm

Museo Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas de Burgos, Patrimonio Nacional. (Nº inv. 00653819)

 


  

Fragmento del textil que fue usado para cubrir tanto la caja como la tapa del ataúd de Alfonso de la Cerda en su sepulcro del Monasterio de las Huelgas en Burgos. Esta pieza fue recuperada en la década de 1940 –al igual que el resto de los ajuares del Monasterio- por Manuel Gómez Moreno.

Su decoración en tonos azul, crema y dorado se desarrolla en franjas horizontales que alternan elementos de tipo geométrico con dos tipos de inscripciones: unas en árabe que según el mismo autor se podrían traducir por “para ti el honor excelso y la plenitud” y otras en una grafía que aún no se ha descifrado. En su obra clásica, Gómez Moreno encuadró esta obra dentro de los llamados panni tartarici. Con el término panno tartarico se suele denominar a los tejidos de las manufacturas asiáticas de la segunda mitad del siglo XIII y del siglo XIV siguiendo la nomenclatura consignada en los inventarios de la época. Así pues, este autor atribuyó el origen de esta pieza al Extremo Oriente. Por su parte, Anne Wardwell fue la pionera en sistematizar varios conjuntos de estos tejidos asiáticos en ocho categorías proponiendo las zona de origen de cada uno de estos grupos a través del análisis técnico de los ligamentos. Para este fragmento (paralelo entre otros a los textiles de la Alte Kapelle de Regensburg y de Cangrande della Scala en Verona) postula como lugar de procedencia alguna manufactura de Asia Central.

Desde el hallazgo de esta pieza en 1943 se observó la existencia de varios sellos poligonales y circulares estampados en tinta en el reverso de la tela, marcas que presentan también otros tejidos como los de la basílica de santa María de Danzig e interpretados como marcas comerciales. Este textil, junto a otros del panteón de las Huelgas como los forros de los ataúdes del infante Pedro (†1319) y de Blanca de Portugal (†1321), constituyen por tanto ejemplos paradigmáticos del alcance de las rutas comerciales en la Edad Media, conectando Asia con la Península Ibérica a través de estas sedas, que han sido objeto de estudio recientemente en la Fundación Abegg-Stiftung de Riggisberg.

Fircks, y Schorta, (eds.) 2016; Gómez moreno, 1946; Herrero, 1988; Herrero, 2004, pp. 41-47; Wardwell, 1989.

MBM