Si bien Murcia no es una región donde evolucionara el arte románico, sí podemos hablar de un arte medieval, o al menos de un tránsito al arte medieval que se dio también en toda la Península. Para entender la metamorfosis de las artes plásticas de la antigüedad clásica a los modelos medievales, podemos tomar como ejemplo algunos de los hallazgos arquitectónicos o de artes decorativas encontrados en Murcia.

     En la región de Murcia se han encontrado restos de esta Antigüedad Tardía, elementos del paleocristianismo, evidencias locales del cambio progresivo de la mentalidad política y religiosa y de su repercusión en las artes. Los restos encontrados son pocos, y en ocasiones solo fragmentos, pero es interesante conocerlos y compararlos con los grandes ejemplos que sirven de referencia para la explicación del arte de la tardoantigüedad.

     A pesar de ser fragmentos en muchos casos, el arte paleocristiano y tardoantiguo, nos muestra curiosas variaciones con respecto a la riqueza y calidad técnica del arte altoimperial o bajoimperial. Surge inevitablemente la pregunta ¿qué sucedió en las artes para este cambio radical? Obviamente las temáticas, algunas adivinadas como en el caso del fragmento del sarcófago de la villa de Los Torrejones de Yecla, se refieren a escenas bíblicas, en el ejemplo mencionado se trata del Reparto del Trabajo de Adán y Eva. En este caso nos encontramos ante un sarcófago de mediados del siglo IV, quizá producido en un taller romano, y de ciertas remembranzas helénicas por la utilización de la toga en lo que podría ser la figura de Cristo.

     Precisamente son estos restos materiales los que nos confirman algo de lo que las fuentes ya nos informan. En la Península Ibérica, y en la propia Murcia, sabemos que la religión cristiana se fue expandiendo desde los siglos II y III, y productos artesanales como simples lucernas con decoración de crismones, como la encontrada en el yacimiento del Salto de la Novia, reafirman con restos materiales lo sabido por las fuentes historiográficas. Como toda religión la cristiana necesitaba de unos rituales o de simples manifestaciones plásticas y estas, hasta que el Edicto de Milán no se abriera a tolerar el cristianismo, serían expresiones quedas, realizadas muchas veces en la marginalidad, a escondidas de una realidad social y política que ni entendía ni toleraba lo cristiano.

     El arte paleocristiano necesitaría de artistas propios, siendo la cristiana una religión perseguida en sus comienzos, por su negativa, entre otras cosas, a adorar la figura imperial, no podría tener desde el principio su propio régimen de artistas ni sus propios modelos, la copia a los ya establecidos sería inevitable. Por otra parte se enfrentaría a un debate intenso y prolongado protagonizado por figuras patrísticas relevantes entre la conveniencia o inconveniencia de la fábrica de imágenes, consideradas netamente como elementos paganos.

Sacra Cantero Mancebo