Cartel Promocional de 'Historias de la televisión', de J.L Saínz de Herredia (1965)
Cartel Promocional de 'Historias de la televisión', de J.L Saínz de Herredia (1965)

Río Mula

     Una vez más se evidencia la relación entre paisaje y literatura, así como la búsqueda de escenarios de una impronta visual indiscutible pero difícilmente ubicables en el imaginario colectivo.

     Tal es el caso de Malena es un nombre de Tango (Gerardo Herrero, 1996), basada en la exitosa novela homónima de Almudena Grandes. En ella, la protagonista residente en Madrid, busca reencontrarse con su patrimonio familiar en una tierra que provoca una mirada polémica en los personajes resultando bien “inhóspita” o “cálida” según su recuerdo.

     Sin ser mencionada la ubicación concreta, la autora de la novela alude a este escenario como un “paisaje esplendido, dulce en el llano sembrado de huertas y de agua, y en las laderas suaves, plantadas de frutales, grandioso al mismo tiempo en las alturas de esas montañas grises y severas que nos miraban desde muy lejos, como si fueran las gigantescas nodrizas de la Tierra”.

     También en El obispo leproso (TVE, 1985), serie de televisión basada en la obra de Gabriel Miró y protagonizada por Lydia Bosch se busca un escenario real, perteneciente a la próxima Vega Baja del Segura, concretamente la Oleza (Orihuela) de finales del siglo XIX.

Comarca Oriental

    Seguramente, la obra más conocida rodada en esta zona es el clásico Historias de la televisión de José Luis Saenz de Heredia (1965). La cinta, inspirada en el clásico Historias de la radio (1955) del mismo realizador, está protagonizada por Tony Leblanc y Concha Velasco y fue rodada entre otras localizaciones en el Balneario de Leana Fortuna. Los aficionados recordarán la película por ser el escenario de la primera aparición del número musical más famoso de Concha Velasco: La chica Ye-yé.