Carlos Fuentes Peñafiel, (Balsicas, Torre-Pacheo, 2 de julio de 1933 - Balsicas, Torre-Pacheco, 25 de Agosto de 2009)

La Familia de Fuentes Peñafiel

Carlos Fuentes nació en Balsicas, un 2 de Julio del año 1933, en casa de sus abuelos maternos, Antonio Peñafiel Ros, conocido por todos con el sobrenombre de “El Tío moreno”, y Rosario Cortado Balsalobre.

Sus padres Cayetano Fuentes Mena, de 26 años de edad, nacido en el estrecho de San Gines (Cartagena) y Pancracia Peñafiel Cortado, de 22 años de edad, natural de Balsicas; sus abuelos paternos, Carlos Fuentes Alcalá, nacido en Jerónimos de Avileses (Murcia), y Rosario Mena Blaya de Lobosillo y los maternos antes citados naturales de Balsicas. Fue inscrito en el registro civil de nuestro pueblo en virtud de manifestación personal de su padre, siendo juez municipal D. Eduardo Cerdan Garre (suplente) y secretario del Juzgado D. Joaquín Ferrándiz López, actuando como testigos D. Alfonso Jiménez Sánchez y D. Francisco Manzanares Pérez.

Los padres de Carlos tenían un comercio de comestibles en Avileses, y la razón de venir su madre a dar a luz a Balsicas, estaba justificada en que, por regla general, las mujeres solían buscar el regazo materno en sus trances. Sin embargo, a los pocos días llevarían al chiquillo a Avileses, siendo bautizado en la iglesia del Carmen de este pueblo por el sacerdote D. José María Belando, actuando de padrinos, sus tios Pedro Peñafiel (Fallecido en 1936) y la abuela materna Rosario Mena.

La Infancia y Juventud

La infancia de Carlos trascurría entre la casa de sus padres en Avileses y, muchas mas veces con sus abuelos en Balsicas, al igual que ocurría con sus hermanos, todos menores que él, Rosario, Antonia y Cayetano (este murió de accidente en 1975). Pero esta relación familiar con el abuelo Antonio y la abuela Rosario de todos sus nietos, se incrementaría hasta el extremo, al fallecer, en plena juventud los padres; Cayetano muere el 25 de Octubre de 1943, su madre Pancracia fallece el 5 de Diciembre de ese mismo año. Carlos acababa de cumplir diez años;

En una ocasión dijo :“Yo creo que en términos poéticos y metafóricos, que la causa fue la enfermedad llamada posguerra”, pero él decía siempre que su madre murió de tristeza por la muerte de su esposo, su amor.

Los hermanos huérfanos quedan bajo el amparo del abuelo Antonio, aunque algunas temporadas las pasan con la abuela paterna Rosario Mena en Avileses.

Carlos asiste, como sus hermanos, a la escuela unitaria de Balsicas que dirigía aquel maestro llamado D. José Fernández Reina; el edificio donde estaba instalada era contiguo a la casa del abuelo Antonio; era una habitacion de limitadas dimensiones, con techos muy bajos y en alto tenia su vivienda.

También recibiría Carlos, lecciones de otros maestros, D. José Pazos Pereira y de D. Federico Funes Belchí, que era titular de la escuela de Avileses.

A aquella escuela de Balsicas asistieron como compañeros de clase, muchachos de la edad, poco mas o menos de Carlos: Félix Garre Tomas, Carlos Vidal Cedran, Juan Ros Clemente, Juan Antonio Olmos Peñafiel, Ramón Ros Meroño, Mariano Garre García, Manuel Ruiz Ros… Los ratos de ocio los entretenía con sus compañeros con aquellos juegos infantiles, el marro, el trompo, los rompes, la pelota…también solían contar como diversión el llegar hasta la estación de ferrocarril para ver pasar los trenes, hacia Cartagena o hacia Murcia, colocando sobre la vía alfileres cruzados, plomos de precintos, o alambres que al ser machacados por las ruedas sobre los raíles, transformaban a aquellos en raras figuras, de objetos diversos: tijeras, monedas, etc. También ayuda Carlos, a pesar de su corta edad, a sus abuelos en la tienda.

Antonio, “el tío Moreno”, nominado así por denotar su piel este color, era un hombre de regular estatura, complexión fuerte, mas bien grueso, de costumbres austeras, trabajador infatigable en su negocio de comercio de comestibles y panadería con horno de pan cocer propio, además de atender en los periodos de siembra y siega, si es que las condiciones climatologicas eran propicias para ello, una pequeña heredad rustica próxima al pueblo; emprendedor inquieto, quizá mirando por el porvenir de sus nietos, en el año 1948 construye un local para cine en Avileses. “Cine Peñafiel” de cuya gestión encarga a Carlos (tenia este 15 años); realmente el negocio no da el resultado esperado, siendo nulo su rendimiento. Además, el abuelo Antonio, persona respetada en la pedanía, es requerido por varios amigos del pueblo para colaborar políticamente, en el ayuntamiento y forma parte de la corporación municipal que salio de las elecciones del 31 de Mayo de 1931, siendo concejal de nuestro ayuntamiento constituido en sesión de 5 de Junio siguiente en el que fue elegido alcalde D. Bibiano Perona Ruiz, y del que también formaba parte como concejal su convecino Francisco Ros Cortado que después seria alcalde; sin embargo, Antonio presento la dimisión alegando enfermedad poco después, en Julio del mismo año, siendo desestimada en principio, aunque admitida mas tarde, cesando en su cargo de concejal.

Carlos además de la formación adquirida en la Escuela de primera enseñanza es muy asiduo a la lectura, inclinándose por los autores españoles del siglo de oro y especialmente por los poetas: Campoamor, Espronceda, Rubén Dario, Lope, Quevedo, Rafael de León, Iriarte, Góngora, Gabriel y Galán, Harzembuch…libros que provenían del entorno de la escuela y de la pequeña biblioteca familiar.

En el año 1.951 se alista a la militancia, en el aislamiento figura con el numero 17; sin embargo estaba ya incorporado como voluntario al ejercito del aire, en Santiago de la Ribera, desde Septiembre del año anterior; tenia 18 años. De su mismo reemplazo y también voluntarios en el Arma de aviación, anotamos a Mariano Garre García, nº39 del aislamiento y a Juan Antonio Olmos Peñafiel, nº74

En la academia general del Aire, es destinado a la primera escuadrilla de servicios como oficinista a las ordenes del capitán D. Juan José Díaz de la Lastra, siendo coronel director de la base D. Ricardo Guerrero López, que era sobrino de la eximia actriz Dª María Guerrero.

Sus obligaciones militares le dan tiempo libre suficiente para dedicarse a la lectura y frecuenta la biblioteca del Hogar del Soldado, siempre inclinado a los poetas celebres: García Lorca, Jorge Manrique, Cesar Vallejo, Neruda y Miguel Hernández, que le causa un impacto emocional tremendo.

Allí escribe sus primeros poemas no publicados.

Asciende a cabo y desempeña el cargo de furriel, hasta que el 26 de Octubre del año 1.952, se licencia y vuelve otra vez a la vida civil.