Portada Juan Ramón de viva voz[Juan Guerrero Ruiz]
Portada Juan Ramón de viva voz

Juan Guerrero fue, como dijo García Lorca, el cónsul general de la poesía, pues, si bien su obra poética era escasa, dedicó toda su vida a ensalzar, admirar y proteger la poesía, publicando numerosos ensayos y artículos con este fin.

Infancia y juventud

En su juventud Guerrero publica ensayos en diversas revistas y también poesías, como Poemas de adolescencia (1916) o Sutilezas de abril (1917), que da a conocer en las revistas murcianas Polytechnum y Oróspeda.

Sin embargo, al finalizar su participación con estas revistas, allá por 1917, Guerrero deja de escribir en prosa lírica y se dedica a publicar estudios y ensayos, en un afán de enaltecer la poesía y a los poetas de su generación.

Madurez

Juan Guerrero dedica gran parte de su vida a la creación de un completísimo archivo sobre literatura española de la primera mitad del siglo XX, en el que destaca la amplia compilación de todo tipo de artículos, obras, fotografías y apuntes referentes al poeta Juan Ramón Jiménez, de quien fue su más entusiasta admirador y uno de sus más leales camaradas.

En cuanto a sus estudios y ensayos, es innumerable la cantidad de artículos y colecciones publicadas por Guerrero en revistas literarias, como La vergüenza póstuma de Rubén Darío, aparecido en 1924 en el Suplemento Literario, Adiós a Jorge Guillén, publicado en la revista Sudeste en 1931 o Gabriel Miró, para la revista Estafeta Literaria en mayo de 1944.

Últimos libros

En 1961 aparece publicado póstumamente su libro Juan Ramón de viva voz, obra escrita desde su primera visita a Juan Ramón Jiménez en 1913 y que es un diario de sus encuentros y conversaciones con el poeta hasta 1936.

Juan Guerrero no se dedicó a escribir poesía pero la amaba profundamente, de ahí que algún amigo afirmase:

"No sé con que títulos pueden llamarse poetas sólo los que escriben poesía y no los que a ella se dedican con la pureza y el fervor con que lo hizo Juan Guerrero. "