Una experiencia de siglos actualizada en el XIX

Los bailes populares que se disfrutan en la actualidad son el resultado de numerosas transformaciones sufridas por los bailes que se han celebrado a lo largo de los siglos.

Los bailes tradicionales de la Región de Murcia tienen su origen en el siglo XIX, ya que en esta fecha se consolidaron y quedaron establecidas las pautas actuales.

Los bailes, normalmente, se realizaban los domingos en cualquier casa o edificio con salón, patio o porche de capacidad suficiente para albergar a un buen número de danzantes. También se podía disfrutar de esta celebración algunos días de fiesta.

La música era tocada por una cuadrilla en las fiestas o bailes organizados. Cuando se trataba de bailes sueltos, sin organizar, tocaban algunos músicos aficionados próximos a los organizadores.

Era el momento de relacionarse, de hablar con amigos y vecinos, de realizar lo que se llamó el juego social.

Citas textuales de finales del siglo XIX y principios del XX

'...ya hay movimiento: ya hay vida: saca uno se dirige á su cada una y le hecha la montera, es decir, que se la quita enfrente de la elegida, con lo que la suplica que salga á bailar, y casi siempre y al momento es obedecida la invitación: cuatro ó seis ó más huertanos, enfrente de cuatro, seis o más huertanas, bailan mezclándose y variándose y moviéndose con la agilidad más extraordinaria; con una gracia especial...'

Alarcón y Fernández, Luis 1845. 'El huertano de Murcia' en el Semanario Pintoresco Español. Madrid.

'Yo asistí ayer al baile popular preparado como festejo en el Jardín de Floridablanca, pero no me extrañaría que no resultara, porque los bailes preparados así, les falta lo primero, lo esencial, lo que es la vida: ser diversión, gusto y galanteo de los que bailan.'
José Martínez Tornel. 1903

'Las tandas de malagueñas se sucedían vertiginosamente; unas parejas eran relevadas por otras; hasta que no quedó muchacha en el corro que no hiciese alarde de sus habilidades de bailaora, con mil variaciones o mudanzas'.

Orts, L. La vida huertana. 'Artículos de costumbres de la Vega Murciana'. Tip. N. Ortega 1908. Pág 28.

'...Sale a danzar una garrida moza, y , al abrir los brazos y mover las castañuelas, lanza el cantador su piropo, que ella agradece por medio de una sonrisa picaresca. Brota la improvisación sin artificio, con espontaneidad suma...'. '...Entonces, cuando su mirada se cruza con la del bailador, por encima del hombro, y tiembla su busto y se enarcan sus brazos...'

SEVILLA Pérez, A. (1921). Cancionero Popular Murciano. Imp. Sucesores de Nogués. Murcia, p.XV.

En aquellos años el baile estaba muy extendido por todas las ciudades, pero en estos momentos las personas que quieran disfrutar del baile popular deben acercarse a pedanías y certámenes concretos.

Subrayado añadido por la Revista Costumbrista y Cultural 'Cuadrillas y Aguilandos en Torreagüera, XV Edición.