Mercado Público de La Unión, sede del Festival del Cante [La Unión_Festival Cante]
Mercado Público de La Unión, sede del Festival del Cante


Los fundamentos del mundo flamenco

Recientemente han ido proliferando gran cantidad de estudios e investigaciones que dedican su mirada al análisis del flamenco y su entorno. Éstos se han llevado a cabo tanto desde el punto de vista formal como cultural, procurando adentrarse en las raíces más profundas de esta singular expresión artística.

Su origen se atribuye al siglo XVIII, situándose su nacimiento en las zonas de Cádiz, Jerez de la Frontera y el sevillano Barrio de Triana. El primer cantaor del que se tiene noticia es el jerezano Tío Luís el de la Juliana, de profesión aguador y cantante de 'tonás'.

Una gran variedad de estilos y de intérpretes surgieron en la denominada como la Edad de Oro del Flamenco, allá por los años 60 del XIX. Aparecen entonces las seguiriyas, soleares, alegrías, bulerías y demás palos flamencos que llegan hasta la actualidad.

Sin embargo, a pesar de los detalles sobre la génesis del flamenco, a la hora de tratar las raíces en las que se fundamenta este arte hay que hablar de un cúmulo de diversos influjos. Se ha dicho que la razón de ser del flamenco se sustenta en la especial sensibilidad que ha caracterizado desde siempre al pueblo gitano y andaluz. Ellos recibieron de forma más directa la mezcla de sonidos desprendidos por los distintos pueblos que han pasado por estas tierras, dejando una importante huella cultural. Los gitanos procedentes del norte de la India, los árabes, los judíos, unidos a los ecos de los mineros, los herreros, los agricultores, los presos de la tierra y del tiempo, fueron los que procuraron ritmos tan particulares que se convirtieron en algo propio y único del sur peninsular.

Hay quien ha afirmado que el flamenco surge de la relación del hombre con la naturaleza que le rodea, como una forma de expresión de una condición humana límite durante siglos.

La Unión, el cante y la mina

Las primeras décadas del siglo XX estarán protagonizadas por personajes como Manuel Torre, Antonio Chacón o la Niña de los Peines. Es una época de transición en la que aparecen los conocidos Cantes Mineros en las zonas levantinas de Almería, Linares, La Unión y Cartagena.

La vida unionense ha ido creciendo a la par que la de su mundo minero. Los años 40 del siglo XIX fueron momentos clave para el desarrollo de la zona, que se vio sorprendida por la masiva llegada de inmigrantes dispuestos a trabajar en los yacimientos mineros.

Se sitúa en las influencias de esta corriente migratoria, procedente principalmente del campo andaluz, el nacimiento de los cantes mineros en La Unión. El trabajo bajo tierra era acompañado por los lamentos o 'quejíos' de los hombres que intentaban con sus voces expresar sus frustraciones o volver más llevaderas las duras jornadas de trabajo.

Son muchos los que portan las voces de estos cantes: Pedro el Morato, la Trini, Rojo el Alpargatero, Perico Sopas, el Cojo de Málaga' o los ya más recientes Pencho Cros o la mítica Encarnación Fernández.

Reivindicación de 'lo nuestro'

Si bien la consagración de los cantes mineros quedaba registrada ya en los años 50 del pasado siglo XX, se hizo alarmante la crisis de la minería, unida a la escasa comercialidad del flamenco y su decadencia general en España.

Sin embargo, algo tan arraigado en la costumbre y tradición de un pueblo no podía dejarse apagar, siendo la aparición del Festival del Cante de las Minas lo que consiguió levantar el vuelo y elevar el mundo del flamenco hasta sus más altas cotas de prestigio.