En cuanto a su futuro, es poco halagüeño, pese a su valor como refugio de biodiversidad y a las diversas funciones que pueden desempeñar (abrevadero de ganado, bebedero para la fauna cinegética, aprovisionamiento localizado de agua...), son utilizadas como receptoras de residuos… o abandonadas por falta de uso y mantenimiento, lo que provoca normalmente la marginación del humedal dentro del sistema de explotación de la finca, y aumenta la probabilidad de que sea rellenada o roturada.

     Las charcas constituyen un hábitat de importancia excepcional para los anfibios y para numerosos invertebrados acuáticos, algunos de ellos únicos, como son algunas especies y subespecies de Odonatos, Coleópteros, y Crustáceos, valor que aumenta aún más en regiones áridas como la murciana. Muchas de estas charcas tienen un marcado carácter temporal, constituyendo hábitats extremadamente frágiles y susceptibles de desaparecer debido a sus pequeñas dimensiones. Ese tamaño reducido determina que, por una parte, su pérdida sea prácticamente indetectable y, por otro, que no sean considerados prioritarios a la hora de su conservación. A su ciclo temporal acuático y terrestre, se acoplan y sincronizan los complejos ciclos biológicos de su especial fauna invertebrada y vertebrada.

     Su importancia viene dada no por su extensión, sino porque las charcas conforman una red que permite distribuirse a numerosas especies acuáticas dentro de una región semiárida como la murciana, ampliando su distribución.