Atalayas desde las que se vislumbran extensos paisajes [sierras]
Atalayas desde las que se vislumbran extensos paisajes
Vicente Hernández Gil

     Las sierras murcianas son en general de naturaleza caliza. Su disposición, las formas de su relieve, la topografía y los materiales geológicos que las constituyen, interaccionan con otros factores del medio (geomorfológicos, meteorológicos, biológicos y humanos) influyendo de forma decisiva en la caracterización y diversificación del resto de la región.

     Las sierras alteran de forma significativa los movimientos horizontales y verticales de los vientos predominantes así como su velocidad. En general, con la altitud disminuye la presión y el aire se expande y enfría aumentando su humedad relativa y la posibilidad de precipitaciones.

     La distribución e intensidad de las lluvias en la Región de Murcia se encuentran relacionadas con el régimen de vientos dominantes, y por tanto con el entramado montañoso, aumentando, al igual que la altitud, hacia el interior. La observación del mapa de distribución de las precipitaciones medias anuales muestra claramente la coincidencia de las áreas más lluviosas con los enclaves montañosos más relevantes: Revolcadores, Cantalar, Espuña, Ricote, Picarcho, Salinas, El Carche, etc.

     Al igual que ocurre con las precipitaciones, la temperatura también sufre modificaciones atendiendo a la topografía del territorio. Las isotermas (las líneas que unen puntos con igual temperatura media) aparecen estrechamente vinculadas a la localización de las áreas montañosas, siguiendo incluso a gran escala las curvas de nivel. Las temperaturas medias disminuyen conforme aumenta la altitud, y el carácter continental de las sierras, desapareciendo el efecto amortiguador de la proximidad del mar.

     Las sierras aparecen como islas climáticas, en las que hay una mayor cantidad de precipitaciones, menor temperatura, y dado que se encuentran tapizadas por una más o menos densa cubierta vegetal, con un mayor índice de evapotranspiración y un menor déficit hídrico. Máxime si se tiene en cuenta el entorno árido que las rodea, y al que exportan ingentes cantidades de nutrientes y de agua.

     Juegan además un papel importante como elementos diversificadores del paisaje y de los ecosistemas, incluyendo numerosos hábitats que les son propios: roquedos, cimas, acantilados…, además de ser a su vez balcones naturales desde los que se puede contemplar el resto de la geografía regional. Las cimas de Carrascoy, Ricote, Pedro López, Mojantes, Revolcadores, El Carche… permiten contemplar elementos geográficos y paisajísticos de nuestra región y de aquéllas más próximas.

     Las sierras son elementos percibidos en algunos casos como señas de identidad local, que contrastan con las llanuras circundantes y los valles. Son enclaves productores de recursos renovables, como los hídricos, y reservas genéticas de nuestro patrimonio natural y cultural.