Con la llegada del verano y de las altas temperaturas vuelve el riesgo de incendios en nuestros montes y bosques. La situación extrema de sequedad y los malos hábitos de vida coinciden en castigar y arrasar el medio natural. En los países mediterráneos, los incendios son la primera causa de destrucción de la naturaleza. España representa uno de los casos más graves.

Negligencias

Una colilla mal apagada, una barbacoa descuidada o una pequeña quema de rastrojos pueden ser sinónimos de desastres sin paliativos con la subida de las temperaturas, los vientos cálidos del Sáhara o los propios procesos de desertización, erosión y sequía.

Evitar los incendios forestales y extinguirlos si se producen constituyen una prioridad para la Administración regional en todas sus facetas: tratamientos silvícolas, detección, extinción, investigación de causas y educación ambiental.