Nuevos aprovechamientos de las moreras

Las hojas de morera contienen una variada cantidad de antioxidantes naturales que actúan de modo sinérgico, es decir, que el efecto antioxidante obtenido conjuntamente resulta superior a la suma de los efectos por separado.

Estos efectos antioxidantes de las hojas de morera han sido ensayados tanto en vitro como en vivo. Así, estudios realizados en Taiwan (Zhishen, Jia et al. 1999) han demostrado que el extracto metabólico de las hojas tiene un poder antioxidante igual al del antioxidante sintético BHA. Kayo Doi et al. de los Laboratorios de Salud Pública de la Prefectura de Yokohama (Japón) han publicado diversos estudios realizados con voluntarios en los últimos años, en los que se ponía de manifiesto que las hojas de morera inhiben la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), y sugieren que pueden prevenir la ateroesclerosis en las personas.

En el año 1995, investigadores del Departamento de Farmacología de la Universidad Médica y Farmaceútica de Toyama (Japón), utilizando ratones con diabetes inducida por streptozotocin (ST), demostraron que el extracto con agua caliente de hoja de morera poseía un potente efecto hipoglicemiante. Dicho efecto se debería a diversos azúcares nitrogenados como el DJN (1,5-dideoxy-1,5-imino-D-glucitol) que ejercen su actividad al inhibir un amplio rango  glucosidasas (Puls, W. 1977-1984 y Legler, G. 1990), o como el fagomine, que potenciaría la secreción de insulina inducida por glucosa mediante la aceleración de algunos pasos tras la formación de gliceraldehído 3-fosfato en la ruta glicolítica (Taniguchi, S.  et al. 1998).

A raíz de los estudios publicados por Lees, A.M. et al. en el año 1977, en los que ponía de manifiesto que los fitoesteroles de la dieta reducían el colesterol, diversas empresas alimentarias han desarrollado y puesto de moda determinadas margarinas y productos lácteos con estos