Álbum de Bivalvos


TAXONOMÍA

Fillum: Mollusca (moluscos)
Clase: Bivalvia (bivalvos, lamelibranquios o pelicípodos)


Son moluscos acuáticos de esqueleto externo, constituido por dos valvas articuladas en una charnela y unidas por un ligamento en su parte dorsal (figura 1), que generalmente abre las valvas cuando se relajan los dos músculos abductores en los bivalvos dimiarios, o él único músculo abductor que poseen los bivalvos monomiarios. Vulgarmente las denominamos “almejas” y constituyen ejemplos representativos de este grupo la chirla, la viera, la ostra, los mejillones, los dátiles de mar, etc.

Modo de vida

La mayoría de los bivalvos viven en las aguas marinas cercanas a la línea de costa, por lo que suelen ser muy abundantes sus restos y moldes en los sedimentos litorales y en las plataformas marinas (zona nerítica) donde pueden llegar a formar bancos o arrecifes, como las crasostreas o los extintos rudistas. Aunque algunos géneros habitan en las zonas marinas muy profundas, como los inoceramus durante el Cretácico, y otros en aguas continentales como los mejillones de río de las tablas de Daimiel o el polémico mejillón cebra. Salvo excepciones son filtradores o sedimentívoros, alimentándose de filtrar la materia orgánica existente en el agua o de digerir la que localizan en los sedimentos.

Existen bivalvos nadadores como algunos pectínidos (vieras y zamburiñas), pero la mayor parte viven libres, sobre o enterrados en los sedimentos del lecho marino (berberechos, chirlas, etc.). Otros están fijados al fondo marino por cementos calcáreos (algunos tipos de ostras, rudistas, etc.) o filamentos de naturaleza orgánica (biso) como los mejillones o la pinna. Incluso algunos bivalvos viven en el interior de las rocas carbonatadas, corales o de conchas de otros moluscos, que perforan mediante la secreción de ácidos, como ocurre con los actuales dátiles de mar.

Interés científico

En general poseen interés sedimentológico y paleontológico, ya que determinan ambientes concretos en función de su género y nos informan de la evolución de este grupo de organismos, pero su interés estratigráfico es limitado, comparado con otros moluscos como los ammonites, ya que no han experimentado cambios morfológicos importantes en cortos periodos de tiempo, salvo algunas excepciones.

Fosilización

Solamente fosilizan las valvas (conchas), que constituyen el exoesqueleto, compuestas fundamentalmente por calcita y aragonito, siendo éste último el que les da un aspecto opalescente a las conchas actuales, aunque durante la fosilización se transforma en calcita. Algunas conchas poseen una capa externa de naturaleza orgánica, el periostraco, que no fosiliza. Las conchas ricas en aragonito suelen disolverse y de ellas solo se conserva el molde interno o externo.

Localización

En la región encontramos restos de bivalvos en prácticamente todos los sedimentos marinos existentes desde el Triásico medio hasta el Cuaternario, pero destacan por su concentración los bancos y arrecifes de ruditas durante el Cretácico inferior, en las plataformas carbonatadas de Jumilla y Yecla; y las acumulaciones de grandes ostreidos y pectínidos durante el Mioceno superior, en las zonas litorales de las cuencas neógenas y/o cuaternarias de Fortuna, Mula, Lorca, Guadalentín, Mazarrón, Águilas, etc.

Criterios de clasificación (consultar bibliografía recomendada)

     Los criterios más utilizados para su clasificación son:

  • Comparación con las conchas de sus representantes actuales.

  • Tipo de charnela (figura 2). La charnela que es la zona de articulación de las dos valvas (podíamos decir que su bisagra), constituye un elemento muy importante para su clasificación. En los fósiles presentes en la región, cabe destacar las siguientes charnelas:

    • Taxodonta: formada por una sucesión lineal y alternante de pequeños salientes (dientes) y depresiones (fosetas), que puede ser recta como en Arca o Anadara, o curvada como en Glycymeris (almendra de mar).

    • Isodonta: formada por una foseta central donde se localiza el ligamento, flanqueado por dos dientes y éstos por dos fosetas (en la valva derecha), mientras que en la valva izquierda la foseta central esta limitada por dos fosetas y éstas por dos dientes. Típica de Spondylus.

    • Disodonta: Agrupa a un conjunto de charnelas caracterizadas por la casi ausencia de dientes o su ausencia total, y la existencia de una foseta que acoge al ligamento (el resilifer), como en las vieras y ostras.

    • Heterodonta: Es la charnela más común en los bivalvos actuales y fósiles, la poseen la mayor parte de las “almejas” que consumimos habitualmente (chirlas, almeja japonesa, almeja fina, tellina, almeja reloj, etc.). Se caracteriza por poseer menos de ocho dientes, los centrales cortos y los laterales muy alargados.

  • Número y tamaño de las impresiones musculares: una sola: monomiarios, dos iguales: dimiarios isomiarios, dos de distinto tamaño: dimiarios anisomiarios o heteromiarios (figura 3).

  • Existencia de impresión paleal (figura 3) con seno paleal generado por la presencia de sifones (sinupaleados) o sin él (integripaleados).

  • Forma, simetría y ornamentación de las valvas (figuras 1 y 4). Si las valvas son simétricas respecto a un plano perpendicular a éstas, se dice que la concha es equilateral (las vieras por ejemplo), sino lo es inequilateral (como la almeja fina). Si ambas valvas son iguales, simétricas respecto a un plano horizontal que las separa, la concha se denomina equivalva (como los mejillones); sino son iguales de habla de conchas inequivalvas (como las vieras).

La ornamentación puede estar compuesta por estrías de crecimiento, costillas radiales que parten del umbo, costillas concéntricas, escamas (lamelas), tubérculos, espinas, etc.

Curiosidades

El aragonito que forma parte de la concha de los bivalvos (y de otros moluscos), constituye junto con algunas sustancias orgánicas el denominado nácar, sustancia opalescente de interés económico, que es utilizada en la fabricación de objetos decorativos, joyas y cremas.

El nácar es el constituyente de las perlas, las cuales se forman cuando una partícula se introduce y daña los tejidos de algunos tipos de bivalvos como las ostras, para evitar esto, el bivalvo genera nácar que envuelve y aísla la partícula. En los fósiles el nácar se transforma en calcita o se disuelve.

La almeja fósil más grande que ha sido localizada es el Platyceramus platinus, que vivió en el Cretácico a profundidades comprendidas entre los 200 y 350 m. La concha de este bivalvo puede alcanzar los 3 m de longitud. La almeja actual más grande es la Tridacna gigas que supera el metro de longitud y puede llegar a pesar unos 300 kg.

Antonio del Ramo
Francisco Guillén