Vicente Hernández Gil
Salvador García Barcelona
La Pardela Cenicienta es un ave marina, que se cubre con un plumaje de color pardo grisáceo dorsalmente, y presenta en la cabeza una caperuza del mismo color, que se funde con el blanco de la garganta y de las partes inferiores. El pico, grueso, es de color amarillo, con unas patentes narinas.
El tamaño de sus alas en relación al cuerpo nos indica que es una gran voladora a vela. Se le puede ver planeando sobre las olas para aprovechar las corrientes de aire, en busca de alimento.
Hábitat y distribución
Se han descrito tres subespecies de Pardela Cenicienta, siendo C. d. diomedea, la que anida en islas del Mediterráneo, principalmente en las Baleares y en los mares Adriático y Egeo. Las otras dos utilizan islas del Atlántico (Azores, Madeira, Canarias, Cabo Verde, etc.).
En la Región de Murcia sólo se conoce la colonia de la isla de Las Palomas, habiéndose certificado también su presencia en la cercana isla de Terreros, en el límite con Almería, y en Columbretes, Chafarinas. Muy probablemente también nidifique en los acantilados costeros del litoral de Cartagena.
Costumbres y alimentación
Tan sólo abandona el mar abierto para reproducirse. Acude para ello principalmente a islas e islotes, aunque también a acantilados costeros. Utiliza oquedades naturales (cuevas, huras, grietas...) o las excava, llegando a utilizar como refugio arbustos densos y rocas.
Es una especie pelágica, que realiza grandes desplazamientos para buscar alimento, que recoge de la superficie mientras vuela. Su dieta la constituyen principalmente peces pelágicos, cefalópodos y crustáceos. Normalmente silenciosa, en las colonias anuncian su llegada de manera escandalosa, siendo constestadas por las presentes en tierra.
Protección y conservación
La Pardela Cenicienta está considerada a escala nacional como una especie en peligro. En Murcia se considera vulnerable, debido, al igual que el resto de especies de aves marinas, a su restringida área de nidificación, actualmente una sola colonia en la Isla de las Palomas.
La especie, además, se enfrenta a numerosas amenazas que están haciendo disminuir sus poblaciones de forma alarmante: predación no natural, por ratas y aves, la muerte de adultos en las artes de pesca, o la introducción en algunas islas de gatos y conejos. A ellas se añade la intensificación de los usos turísticos del litoral, que provocan las molestias humanas, episodios de contaminación, o su natural baja productividad, con solo un pollo por pareja.
Curiosidades
Antaño, en algunas islas, sus habitantes recolectaban huevos y pollos de Pardela Cenicienta para completar la siempre pobre dieta isleña.
Vicente Hernández Gil