San Javier

  Constitución del Ayuntamiento de San Javier

  La Historia Contemporánea del municipio de San Javier evidencia una organización incipiente del territorio, que se irá consolidando y que explica, en gran medida, la actual configuración territorial del municipio, las actividades socioeconómicas y manifestaciones culturales de sus gentes. En 1809, los caseríos que compondrían el municipio de San Javier (Roda, La Calavera y San Javier) contaban con un total de 428 vecinos.

  Instaurado el régimen constitucional del Trienio Liberal (1820-1823), se vuelve a la Constitución de 1812 y a su amparo se crean varios ayuntamientos en el Campo y la Huerta; entre ellos, los ayuntamientos constitucionales de San Javier, Sucina, Corvera y Torre Pacheco. La reacción absolutista liquida el Trienio Liberal, anulando las medidas administrativas locales, por lo que San Javier, de igual manera que el resto de municipios creados en el período anterior, vuelve a su situación de diputación del municipio de Murcia.

   Al amparo de las Cortes de Cádiz e impulsado por su desarrollo demográfico y económico, San Javier consigue constituirse en municipio independiente el 9 de marzo de 1836, segregándose de Murcia e incluyendo las aldeas de La Calavera, Grajuela, Roda y Tarquinales. Los bienes de propios que consiguió para su sustento fueron las zonas de pasto de Los Alcázares y La Manga.

  En el último tercio del siglo XIX, los avatares de la política nacional se harán notar en la local. El municipio de San Javier se debate en una mísera situación económica, que condujo a buena parte del vecindario a la emigración a Orán y La Unión para trabajar como braceros y mineros. Un panorama bastante sombrío para un municipio que, con alrededor de 3.770 habitantes en todo el término a finales del siglo XIX, era como una comunidad mitad labriega, mitad de pescadores y artesanos. Sin embargo, a su vez, algunas familias se enriquecieron con la compra y venta de tierras, mientras que aparecía una nueva clase media, formada por administradores de fincas, comerciantes, empresarios mineros, prestamistas, profesionales liberales y labradores.

  En 1888 se establece un nuevo caserío en San Javier, en las inmediaciones de La Ribera del Mar Menor. Lo funda Fray José María Barnuevo, caballero de la Orden Militar de Santiago. Con las primeras casas se edifica una ermita a unos metros de la costa, dedicada a Santiago Apóstol, en donde se enterró a los fundadores.

  La Academia General del Aire y el Aeropuerto

  En 1932 se establece en Santiago de La Ribera la Escuela de Aeronáutica Naval con sus cazas, bombarderos e hidroaviones, y la Aeroestación Naval (que funcionó hasta 1933), con sus globos y dirigibles. Tras la Guerra Civil y con la unificación de los distintos servicios aeronáuticos militares en el Ejército del Aire, comienza la época dorada de la base de La Ribera.

  En 1943 se crea la Academia General del Aire, con lo que se formará un nuevo núcleo de población residencial del personal de la base y sus familias: la Ciudad del Aire, erigida en la finca Lo Conesa, entre La Ribera y Lo Pagán. Desde entonces, han pasado numerosas promociones, contándose entre ellas S.M. el Rey y el Príncipe de Asturias. La Academia es, además, sede de la patrulla acrobática del Ejército del Aire: la Patrulla Águila.

  A partir de la década de los sesenta se produce la explosión turística de La Manga (Veneziola, Puerto Tomás Maestre, Euromanga, El Pedrucho...), por lo que se vio la necesidad de habilitar y ampliar las pistas de San Javier para la llegada de los numerosos visitantes estivales. En 1967 se autorizan los vuelos civiles y al año siguiente se inaugura el Aeropuerto de San Javier.

  San Javier hoy

  San Javier se presenta en la actualidad como un municipio próspero de 74'2 km², con una población que ronda los 23.000 habitantes. Los elementos que definen el carácter, idiosincrasia y desarrollo de San Javier son: tierra, mar y aire. Cuenta San Javier con una notable zona agrícola en las pedanías de El Mirador, La Grajuela, Roda, Los Sáez, Pozo Aledo y La Calavera, en la que la modernización de los sistemas de regadío, su producción y comercialización, junto con la implantación de las nuevas tecnologías, proyectan la producción agraria de San Javier hacia los mercados internacionales.

  San Javier cuenta también con la presencia de la Academia General del Aire, centro de enseñanza de los pilotos del Ejército del Aire y con el Aeropuerto Murcia-San Javier, puerto de entrada aérea a toda la Región de Murcia. No hay que olvidar la gran importancia del turismo como motor de la economía sanjaviereña, puesto que sus 23 kilómetros de costas marmenorenses, junto con otros 16 de costas mediterráneas, le confieren un atractivo y singularidad, que atrae a miles de turistas  hasta su término.