Don Tomás López de Pobeda y Molina fue un hombre que, aunque emigró a Madrid debido a su posición de sacerdote, siempre llevó a Ojós, su tierra natal, en el corazón.

    Fueron numerosas las veces que regresó a Ojós, y en sus escritos, papeles oficiales, herencias e incluso testamento, se deja ver el amor que sentía por sus parientes más cercanos, los de la villa del Valle de Ricote.

    Don Tomás López de Pobeda (Tomás López Banegas según apellidos paterno y materno) fue sacerdote en Madrid, donde desarrolló toda su carrera religiosa.

    Al ser un hombre amable y comprensivo se hizo con la amistad y el reconocimiento de muchos personajes importantes e influyentes de la Capital de España. Estos le dejarían en herencia parte de sus posesiones.

    Pero Don Tomás quiso a su tierra natal hasta el punto de que a su muerte dejó bien atada una donación especial para Ojós. Nacería así el Patronato Real de Legos.

    Un hombre del que se dice que 'distribuyó y entregó a los pobres lo que de los pobres era'.