Primeros Pobladores.

A pesar de que la presencia de los musulmanes en la Región de Murcia se remonta al año 713 d.C. momento en el que estos entran por el paso natural del valle del Guadalentín, camino de Cartagena, para enfrentarse a los hispano-visigodos y que la ciudad de Murcia no fue fundada hasta el año 825 d.C., por el emir de Córdoba Abd-Al-Rahman II, los restos arqueológicos en su entorno más inmediato se remontan al siglo V a.C.

Así, en una pequeña elevación que habría junto al río, en la actual Gran Vía y sobre la que se construiría la ciudad musulmana, es posible que hubiera poblamiento de época ibérica como parecen atestiguar hallazgos arqueológicos de esta cultura realizados en las diferentes excavaciones arqueológicas efectuadas en solares de esta zona

En los alrededores de la ciudad los hallazgos de materiales y estructuras han sido numerosos y de excepcional importancia; para época íbera destacan el Santuario de la Luz, vinculado con el poblado del Verdolay, y la necrópolis del Cabecico del Tesoro; o de época tardorromana-visigoda, de la que aparecen construcciones como la Basílica de Algezares, o el Martyrium de la Alberca, monumento funerario paleocristiano, único en la península.

El Santuario de la Luz es uno de los yacimientos más importantes de la Región; localizado en la zona conocida en la actualidad como El Valle, se trata de un importante templo ibérico excavado por la Universidad de Murcia. Asociado a este santuario se documenta el poblado de Verdolay y la Necrópolis del Cabecico del Tesoro.