Cúpula [Iglesia de Santa María de Lorca]
Cúpula
Torre [Iglesia de Santa María de Lorca]
Torre

     Si bien los restos que se conservan del templo nos sirven para hacernos una leve idea de su división por naves y algunas de las características de los elementos compositivos, podemos tener una idea más acertada de cómo era esta antigua Iglesia Mayor atendiendo a la descripción que de ella hizo el historiador González Simancas a principios del siglo XX.

     Situada en el extremo oriental del castillo se erigía este templo de planta rectangular divida en tres naves, siendo la central más ancha que las laterales y teniendo estas últimas distintas capillas. Se insiste en un trazado de líneas rectas bastante sencillo.

     La cubierta de las naves sería de bóveda de crucería con pilares compuestos como elemento de soporte. Hoy día aún se pueden apreciar los collarinos decorados de estos capiteles. Algunos historiadores apuntan que esta iglesia podría haber tenido una techumbre de madera que desaparecería en las reformas del siglo XVIII.

     Las capillas laterales estarían decoradas con rosetones y svásticas y tras la sacristía se alzaría la torre. Esta torre se dividía en dos cuerpos, el primero con bóveda de crucería y el segundo con arquerías ojivales y una inscripción con la fecha 1577.

     González Simancas nos describe el coro como 'modestísimo' y asimismo nos indica que el presbiterio tiene un ábside semicircular al exterior y que está construido en el último tercio del siglo XVI.

     En cuanto al ornato interior del edificio el historiador nos habla de capillas y retablos no muy sobresalientes. Como piezas de imaginería enumera una Virgen María sedente, una Virgen de las Peras 'similar a la de Aledo' y un Resucitado de Roque López comprado por la Hermandad en 1801. Todas estas obras y piezas pueden estar enmarcadas en la época o tradición estética barroca.

     Como elementos litúrgicos el autor nos habla de una cruz alzada, un cáliz y una custodia. Sabemos que tanto la cruz alzada de cristal de roca como la custodia de plata se conservan en la Colegiata de San Patricio y en la iglesia de San Mateo respectivamente. La custodia se fecha en torno a la primera mitad del siglo XV y lleva la marca de contraste del platero valenciano Mateo Danyo, se trató de un regalo del prelado fray Diego de Mayorga. En cuanto al cáliz, Simancas nos refiere que fue un obsequio de los Reyes Católicos a la ciudad.

     En la actualidad, además de los restos de parte de una de las naves y la torre, podemos admirar en sus muros los restos de la decoración con pinturas murales de las antiguas capillas. Se trata de perspectivas a modo de grisallas.

     Los vecinos de la zona llegaron a habilitar un habitación, dentro de los restos de la iglesia, para dar cobijo, además de a pequeñas devociones en cuadros y láminas, a una imágen que se traslada en romería desde la Colegiata de San Patricio una vez por año. De esta manera se devuelve, de alguna manera, la tradición procesional de este antiguo templo y el resto de las antiguas iglesias altas de Lorca.