Cueva Negra [Fortuna_Kalendas de Abril]
Cueva Negra
Acto de At-Fontes [Fortuna_Kalendas de Abril]
Acto de At-Fontes

El nacimiento de una tradición

El nacimiento y rápido desarrollo de las Fiestas de Kalendas de Abril no habría sido posible sin el esfuerzo de muchos fortuneros que se entregaron desinteresadamente a ello.

En 1997 un grupo de vecinos, que había visto como las fiestas de San Roque perdían progresivamente su participación popular, deciden crear una nueva fiesta que pueda entusiasmar y hacer vibrar a la gente.

Sin tradición de fiestas de moros y cristianos, y sin ningún acontecimiento bélico o histórico que rememorar, optan por reivindicar su pasado más glorioso: el de la ocupación romana de los baños y el Santuario de Cueva Negra.

El rigor en la fiesta

Decididos a mantener el mayor rigor en la recreación de los ambientes de la época, contactan con el catedrático de Historia Antigua don Antonino González, profesor de la Universidad de Murcia que ha estudiado profundamente la Antigüedad y su cultura en toda la Región de Murcia.

En Cueva negra existen una serie de pinturas que durante muchos años permanecieron indescifradas. No se sabía su significado ni el porque de su presencia. Con la recuperación del yacimiento y su investigación se pone en evidencia el valor de los restos hallados.

El hecho de tener unos vestigios de tan alto valor, inspiraron a la localidad en la elaboración de sus fiestas. Por eso es necesario conocer el pasado para entender el contexto de estas festividades.

El yacimiento de la Cueva Negra

Muy próxima a Fortuna, tan solo 2 Km. al Noroeste, se abre la Cueva Negra en uno de los brazales de la Sierra del Baño. El nombre de Negra le viene por el color de sus paredes y techo, oscurecida debido al hollín de las hogueras que se han encendido a lo largo del tiempo en su interior.

Lo que hace realmente especial a este yacimiento son las decenas de tituli picti (letreros pintados) de época altoimperial que revisten sus paredes.

Los textos aluden al culto a las ninfas y a otras divinidades como Baco, Esculapio o Cibeles. La autoría de los escritos, que permanece anónima en la mayor parte de los casos, corresponde a los fieles que acudían al santuario a orar, y de forma espontánea dejaban estos testimonios de su fe y gratitud.

A principios de la década de los ochenta comienza la actividad arqueológica en la zona, a raíz del descubrimiento de los tituli picti. En la lectura de textos han participado numerosos especialistas en paleografía antigua, coordinados por el Área de Hª Antigua de la Universidad de Murcia.

El santuario de la Cueva Negra

En la Cueva Negra existía por tanto un Santuario. Su uso como lugar de culto está documentado con certeza para el mundo romano, aunque es casi seguro que ya desde época ibérica se utilizó con estos fines. Las alusiones a las ninfas presentes en las pinturas son tan abundantes, que es lógico pensar en la existencia de un ninfeo en dicha cueva.

Muy próximo a Cueva Negra se haya el yacimiento ibérico de Castillejo de los Baños, lo que permite intuir la conexión de ambos centros en la antigüedad.

El conjunto termal del yacimiento de los baños estaría relacionado con el santuario de la cueva como lugar de culto, y su arquitectura, compuesta de exedra y graderío, sería una prueba de ello. La presencia de las gradas en los santuarios está íntimamente ligada a los procesos rituales. En el caso de los ninfeos, las escaleras estaban siempre presentes.

Esculapio divinidad sanadora

La Cueva Negra está relacionada estrechamente con el culto a Esculapio, divinidad sanadora. Son varias las referencias a esta divinidad en el entorno del yacimiento. Un tituli picti de la Cueva aparece firmado por un sacerdote venido desde Ibiza. El templo de origen de este sacerdote era el de Esculapio. Además, la serpiente, símbolo de esta deidad romana, está presente en varias inscripciones.

Todo esto no prueba que Esculapio fuera la divinidad que presidiese el ninfeo de Fortuna, pero sí que apuntan a ello todos los indicios. Al fin y al cabo, en la antigüedad el agua con propiedades terapéuticas estaba presente en sus rituales.

La hipótesis de los arqueólogos es que se practicaba un culto al dios sanador en la gruta, y paralelamente en otra cueva dedicada a las Ninfas, peregrinarían los curados en el balneario, a dejar sus exvotos.

Pasado y presente peregrinan a la Cueva

En 1998 se realizan por primera vez las Kalendas Aprillis (calendas de abril), rememorando la fiesta romana, cuya fecha ¿VI k aprillis¿ aparece cerrando uno de los poemas impresos en la Cueva Negra.

El mismo año que se inició esta fiesta, se realizó una exposición de restos romanos hallados en las excavaciones. Posteriormente se realizó una conferencia sobre Fortuna en la Antigüedad, que dio D. Antonino, donde recibió el cargo de Asesor Histórico de la Federación.

En el exterior de la cueva se situó una placa que muestra las inscripciones latinas con su traducción y una semblanza de la historia de todo el paraje.

La fiesta, que se reproduce a los pies de la cueva, se complementa con una comida en el campo.

Unos mil fortuneros se reúnen para ascender el camino en romería hacia la Cueva Negra. Al igual que hacían los Sodales Romanos.

En el camino les acompañan bandas de música y carruajes de caballos, como en una auténtica romería.

El 28 de Junio de 2002 las fiestas son declaradas oficialmente de Interés Turístico Regional, englobando a Sodales y Kalendas.

El ámbito cultural

La federación de Sodales Ibero-Romanos ha editado desde el comienzo de su andadura una publicación impresa que contiene además del programa y pregón de las fiestas diversos artículos de investigación. Para preservar el espíritu de los Tituli Picti de la Cueva Negra se convoca a los poetas y narradores de cualquier rincón del mundo a expresar los sentimientos y sensaciones que la antigüedad pueda evocar. El Concurso Literario At Fontes de la Cueva Negra cuenta cada año con mayor número de participantes. Los premios en metálico se complementan con la publicación de la obra.

Desde el 2000 surge en torno a las fiestas un nuevo periódico trimestral de interés local, llamado Sodales, que está abierto a las colaboraciones de cualquier fortunero y que lo edita la federación.