Una alegría contagiosa

Desde que en 1981 se le diera un impulso renovado al Carnaval de Cartagena, el número de participantes tanto cartageneros como foráneos aumenta sorprendentemente en cada edición. Este hecho constituye ya una realidad que refleja el entusiasmo y el trabajo que hay detrás de estas fiestas, fruto de la ilusión con la que organizadores y participantes afrontan cada año el Carnaval.

Gran parte del éxito referido se debe al carácter aperturista que identifica al festival cartagenero. Hay sitio para todos, los que actúan y los que presencian, y es este sentido acogedor una de sus más especiales condiciones. No es sólo poder disfrutar de todas las actuaciones que tienen lugar estos días sino que, debido a las peculiares características que envuelven las fiestas del Carnaval cartagenero, cualquier persona puede sentirse aludida o cómplice de lo que contempla.

Toda la sociedad tiene su representación en esta juerga carnavalesca

La masiva afluencia en las actividades programadas corrobora el notable éxito que el festival cartagenero viene adquiriendo en los últimos tiempos. Tanto los niños como los más mayores ocupan un lugar destacado en estos festejos, teniéndoles siempre en cuenta en todos las variedades de ceremonias celebradas.

La acogida es bastante brillante, como lo demuestran las 2.000 personas participantes en el Carnaval de la Tercera Edad de pasadas ediciones. Otro de los eventos que mayor consideración viene teniendo es el Festival de Chirigotas, desparramando energía y humor en cualquiera de sus actuaciones, y contagiando sobre todo las ganas de pasarlo bien.

Los visitantes que acuden a la ciudad en estos días se sienten atraídos por todo el derroche de luz, color y vistosidad que recogen todos los actos del Carnaval. No se han de olvidar a su paso probar ni las 'Tetillas de Doña Cuaresma' ni las 'Pelotas de Don Carnal'.

Las puertas siempre están abiertas a los que deseen disfrutar de la ironía y la picaresca de los chirigoteros, de la originalidad y creatividad que demuestran a cada paso los comparseros, además de la hospitalidad de Cartagena.