Fachada del Santuario-Caravaca
Fachada del Santuario-Caravaca
BEKI

La iglesia

   La iglesia es de planta de cruz latina, con tres naves con tribunas sobre las laterales y cúpula sobre el crucero. Presenta un pequeño camarín tras el altar mayor. Contiene en su interior gran cantidad de obras de arte, principalmente pinturas. Su estilo interior es muy severo, de raíz post-herreriano, con una ordenación en dórico. El presbiterio fue cubierto con una magnífica bóveda labrada en piedra a modo de venera o concha, motivo característico de las iglesias de peregrinación, que sería dorada en la primera mitad del siglo XIX. Presenta particularidades, como la tribuna sobre el presbiterio o capilla de la Aparición, lugar del milagro. También resultan destacables unas bóvedas de cañón en esviaje en los pasos hacia el crucero desde las naves laterales.

   El cuerpo de capillas superiores está organizado como un deambulatorio que permitía la visita masiva a la reliquia de la Santa Cruz. La desnudez total de los paramentos y las pilastras dota al interior una severa rigidez, que se atenúa al exterior por lo armónico de las proporciones y la elegancia de los balcones-galería, con sus esbeltas columnas pareadas que envuelven la cúpula. 

La fachada barroca del Santuario

   La fachada barroca del Santuario se compone de un plano general de sillería de piedra caliza al que se superpuso la portada barroca, ejecutada con mármoles locales (jaspe) de colores negro, rojo y blanco, en el que se aprecian ciertos elementos como el uso colosal de los estípites, claroscuros, policromía de los materiales y pináculos piramidales.

   En el cuerpo inferior, la puerta queda enmarcada por estípites y columnas helicoidales, además de seres marinos monstruosos, como los bestiarios, ricamente ornamentados. Sobre la clave del arco de la puerta de acceso se ve el escudo real, perfilado por una cornisa quebrada emparentada con las soluciones que en Murcia se dieron a principios del siglo XVIII en las portadas de las iglesias de la Merced y del santuario de La Fuensanta. En la hornacina central del segundo cuerpo aparece la cruz patriarcal en representación de la que en el templo se venera y que, por tradición, se supone apareció milagrosamente.