Junto al lecho del río, en las Escarihuelas, un camino forestal conduce al Santuario a través del joven pinar de las "Lomas de la Virgen". Es un paraje acogedor, con jardinería que desciende en terrazas hasta la corriente.

Características y estilo

Se podría decir que se trata de un conjunto arquitectónico ecléctico, donde el elemento predominante popular se mezcla con reinterpretaciones sencillas de la arquitectura medieval, clasicista y barroca. La piedra es el elemento “uniformador” que se une a la naturaleza, siendo interesante resaltar un cierto aspecto “naif.”

La ermita de la Virgen se encuentra en un abrigo natural excavado por las aguas en un cortado rocoso, al cual se le ha colocado el cerramiento lateral que le faltaba, construido a base de mampostería con un lenguaje popular que interpreta, a su manera, diferentes arquitecturas más elaboradas.

Zonas de la ermita

El techo está formado por la propia roca, cortada según un plano que sube hacia el altar mayor. A los pies se sitúa la zona para las velas, que suelen arder en un gran número y de manera constante.

La cabecera, plana, está ocupada por un retablo rectangular apaisado, en cuya parte central se emplaza el camarín para la imagen venerada en el templo, rodeado por un gran arco, a cuyos lados se ubican sendos escudos. Este retablo, en tonos verdes y dorados principalmente, contiene la fecha de 1892 así como numerosos símbolos o motivos marianos.

Transformaciones a lo largo del tiempo

Desde el aspecto inicial que presentaba la ermita cuando se fundó en los primeros años del siglo XVII a la actualidad, se han producido notables cambios. Las mayores transformaciones se llevaron a cabo entre los años 1888 y 1892 según Armand.