Pozo Aledo
Historia y Patrimonio
En el municipio de San Javier, a dos
kilómetros del pueblo principal, se encuentra la pedanía de pozo Aledo, una pequeña población a la que se accede desde la autovía A-30 en su desvío hacia el aeropuerto. Una localidad inmersa en el paisaje árido de la geografía del Campo de Cartagena, pero vinculada también al Mar Menor.
Una iglesia dedicada a San Isidro Labrador, que oficia misa una vez a la semana, destaca como edificio significativo entre un trazado urbano de calles con casas aisladas, algunas de ellas con construcciones de viejos cortijos, mezcladas con edificios de nueva planta. Un jardín infantil, una residencia de ancianos privada y dos viejos aljibes completan los elementos más relevantes de la pequeña villa. El paisaje principal del entorno lo forman sus extensas áreas de cultivo de regadío por goteo y los invernaderos, espacios protegidos que dan cuenta de una destacada producción de hortalizas de temporada durante el año.
La documentación histórica referida a Pozo Aledo nos indica que fue uno de los muchos caseríos que se originaron entre los siglos XVI y XVIII en el Campo de Cartagena, formando parte de aquellos cuya toponimia hacía referencia a las familias que los habían fundado, como en el caso de Corvera, Los Martínez o Los Conesas.
Parte de lo que hoy día es un pueblo habría sido una finca, heredad de Luisa de Aledo. La primera parte del topónimo haría referencia, sin duda, a un pozo existente en las inmediaciones y que serviría a vecinos y labriegos para identificar el lugar. Esta finca queda descrita en un documento como "una heredad en cabezo Gordo, con 20 pares de labor y dos pozos en estas tierras". No podemos asegurar que los dos aljibes que aún quedan en la localidad correspondan a alguno de los viejos pozos, pero es uno de los elementos comunes en los paisajes de los campos de secano murcianos.
Naturaleza
El paisaje de Pozo Aledo queda inmerso en una llanura que tiene en sus afueras el relieve de Cabezo Gordo, un ámbito natural protegido y un importante yacimiento paleontológico muy conocido por los restos neardenthales hallados en su Sima de las Palomas. La orografía de este relieve está formada por depósitos de la época cuaternaria. Es un relieve calizo, con mineralización de hierro y afloramientos de mármol.
Los vecinos podían en tiempos disfrutar de una pinada cercana que se extendía en sus estribaciones, las más cercanas a la localidad, si bien, hoy día, el número de ejemplares arbóreos ha descendido.
Pozo Aledo se encuadra en un área típica de secano del Campo de Cartagena que sólo pudo cambiar a raíz de las nuevas tecnologías de cultivos intensivos de invernadero. Una canal del trasvase Tajo-Segura pasa por el territorio de esta localidad, aporte hídrico que los agricultores abonan puntualmente para el riego de sus cosechas.
La mayor parte de la vegetación de este terreno semiárido procede de los terrenos roturados y preparados para los cultivos intensivos. Cítricos y hortalizas, como el pimiento bajo plástico, ocupan la mayor parte del suelo cultivable.
La vegetación silvestre de El Mirador se reduce al monte bajo y ejemplos de coníferas como el pino carrasco y otras coníferas como el ciprés, además de esporádicas palmeras y pitas.
El monte bajo, de tipo mediterráneo, lo componen espino negro, esparto, albardín y algo de aromáticas como el romero, además de distintos tipos de gramíneas. Las paleras de higos chumbos también son frecuentes.
En cuanto a la fauna del lugar, queda reducida al numeroso grupo de las aves y a los clásicos ejemplos de reptiles, además de algunos pequeños mamíferos como ratones de campo o conejos. Mirlos, gorriones, palomas, lagartijas colilargas, serpientes de cogulla, o erizos completan el repertorio faunístico.
Gastronomía
Pozo Aledo mantiene una gastronomía similar a la de todo el municipio de San Javier, no olvidando las influencias de otras geografías cercanas como Torre Pacheco. Pescados, mariscos, carnes y hortalizas configuran muchas de sus recetas, siendo la cercanía al Mar Menor una de sus principales claves culinarias.
El mujol y la dorada a la sal o a la espalda, es decir, pasando sus filetes por una plancha o asadora. El caldero, guiso de arroz y pescado, los entrantes con langostinos y toda la amplia gama de salazones, mojama, hueva y atún de hija, son quizá las recetas que más identifican la cocina de los pueblos de San Javier.
Pero también los arroces, ya sean con carne de conejo o magra, los arroces viudos, los entrantes de pimientos rellenos, las ensaladas frescas de pepino, los gazpachos a la murciana y exquisiteces reposteras como el pastel de Cierva, los cordiales, los bollos o incluso las flores fritas.
Economía
El entorno de Pozo Aledo forma parte del extenso territorio agrícola del Campo de Cartagena en el área del Mar Menor, junto a otros municipios y pueblos de San Pedro del Pinatar, Torre Pacheco o Cartagena.
El paisaje agrario de la localidad es base fundamental de su desarrollo económico siendo comunes los cultivos intensivos, al aire libre y bajo invernadero. Cítricos, hortalizas de temporada, como los pimientos, la berenjena, el melón, el broculi, la alcachofa suelen cultivarse con modernas técnicas de aprovechamiento del agua.
Además de la agricultura la población tiene algunas empresas paralelas relacionadas con el mundo de la agricultura, como semilleros, empresas de transporte o comercios especializados en el mantenimiento de invernaderos y cultivos.
El sector servicios queda representado por pequeños comercios del sector de la alimentación y productos básicos varios de atención a los residentes.
Fiestas
Fiestas de San Isidro Labrador: en torno al 24 de mayo.
Un mes antes de la fiesta se realiza un campeonato de dominó y parchís. El primer domingo de mayo se organiza un baile, el segundo domingo hay una sardinada, romería de caballos y concurso de paella y, por la noche, un bingo benéfico para la iglesia. El sábado previo al tercer domingo se realizan juegos infantiles, y, al día siguiente, el tercer domingo, es el día de las migas, juego de cintas a caballo, misa fin de fiestas, fuegos artificiales. La nota gastronómica se disfruta en la carpa instalada en el pueblo para las fiestas. Hay una degustación de bocadillos y cerveza que da conclusión a los festejos.
Fiestas de Los Mayos. Estas tradicionales fiestas de la cruz se celebran con una invitación a los vecinos de bollos con chocolate, tras celebrar algún acto religioso.
Navidad: Casi ya de manera tradicional tres vecinos se disfrazan de reyes y visitan a los enfermos a los que dan pequeños obsequios.