Casino Aguilas- Escalera interior
Casino Aguilas- Escalera interior

Estilo arquitectónico

El origen del Casino de Águilas como asociación se remonta a 1876, aunque el edificio es de 1894-95. Su construcción fue realizada por el contratista de obra local José Pérez Sánchez, conforme a los planos del arquitecto Emiliano de la Cruz.

Proyectado con dos plantas y un semisótano, se convertía en un edificio de gran nobleza y sencillez decorativa, que destacaba con respecto a las dimensiones arquitectónicas de otros edificios existentes en la ciudad.

Se trata de un edificio de planta cuadrada, que se encuentra organizado en torno a un patio de luces y que cuenta con una cubierta metálica.

Decoración

El programa decorativo del Casino de Águilas se planteó como evocación de los valores burgueses de la época, ya que el edificio estaba dirigido a los veraneantes, en particular a la alta sociedad lorquina, que hizo de Águilas su destino habitual.

Del edificio sobresalen la escalera y el patio de luces, ambos con lienzos realizados en 1905 por el totanero José Sánchez Carlos.

En el lienzo existente sobre la escalera aparece representado un jinete que porta una antorcha y que es conducido por una figura femenina portadora de una lira, mientras que, por otro lado, un hombre cae con una serpiente enroscada sobre su pie. Según el libro de Jorge Aragoneses (citado en las fuentes) sobre pintura decorativa en Murcia, son las alegorías de los triunfos del bien sobre el mal, la luz sobre las tinieblas o la verdad sobre la mentira.

En el patio podemos encontrar varias pinturas encastradas con molduras realizadas en escayola; una matrona, que por sus atributos ha sido interpretada como la sabiduría, la agricultura, diferentes elementos representativos como alegorías de la guerra y el arte, dos mujeres trabajadoras interpretadas como el hogar y por último, una alegoría de Murcia representada por la Caridad.

En cuanto a las pinturas del Salón de Baile, que representaban unos bucólicos paisajes, fueron desprendidas de su emplazamiento hacia 1930.

Desde finales del siglo XIX las pinturas alegóricas se utilizaron para decorar algunos de los principales edificios de las ciudades, aportando además cierta nobleza al inmueble, por lo que es muy frecuente que nos encontremos en los casinos de esta época con este tipo de decoración.