Los restos del castillo de Archena se encuentran situados en el llamado cabezo del Ciervo, a unos 250 m. al noroeste del casco urbano de la población. El río Segura discurre por la base de la ladera septentrional del cerro, desde cuya cima se controlan visualmente los castillos de Blanca y Ulea. Domina, por tanto, el acceso sur al Valle de Ricote.

El acceso se efectúa desde el centro urbano de Archena, donde tras recorrer unos 125 m. de la carretera que conduce al balneario, se encuentra el cerro donde una vez se situó la fortificación.

En la actualidad, sus escasos restos están englobados en los terrenos de una Residencia Militar situada en el tercio inferior de la ladera occidental del cabezo, por lo que su entrada está restringida.

Las primeras noticias acerca de la existencia de una fortificación en Archena se remontan a los momentos inmediatamente posteriores a la incorporación del reino de Murcia a la corona de Castilla. Esto demuestra que los orígenes del castillo hay que situarlos en época islámica. No cabe duda de que su posición estratégica, controlando la entrada al Valle de Ricote y los accesos a la vega del Segura en estos tramos, decidieron en algún momento su construcción para asegurar y defender a las tierras y sus habitantes. A pesar de su relevancia medieval y moderna, en la actualidad sus restos se presentan muy deteriorados por diferentes causas naturales y antrópicas, lo que ha impedido en parte conocer bien su estructura original y su historia.

A pesar de las diferentes agresiones en el entorno sucedidas en el último siglo, los restos de este castillo están declarados Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.