Cerámica islámica.
Cerámica islámica.
Museo Arqueológico de Mazarrón

Estructura expositiva

La sala se centra en la exposición de los restos y la época correspondiente a la Factoría de Salazones tardorromana.

Su estructura forma parte de un gran complejo industrial de los siglos IV-V d. C destinado al proceso de limpieza, troceado y salado del pescado para la fabricación de salazones y salsas de pescado. El resto de la fábrica se extendería bajo las actuales calles y solares colindantes. La importancia histórico-arqueológica del conjunto justificó su declaración como Bien de Interés Cultural.

La Factoría de Salazones fue descubierta en 1976, al realizar la cimentación de un edificio. Las primeras excavaciones arqueológicas fueron realizadas por D. Saturnino Agüera, bajo la dirección de D. Pedro Sanmartín Moro

La estructura expositiva de la propia factoría se ha planteado con una serie de contenidos  distribuidos en relación al orden de la visita, y con la secuencia de los procesos de trabajo realizados en ella.

Comienza con la información de un posible rito de fundación de la fábrica romana, plasmado en una jarrita pintada asociada a uno de los tanques de salazón, además de otros aspectos generales de la instalación; continúa con la pesca,  y el desarrollo del propio trabajo en la factoría. Finalmente se centra en el garum y la cocina romana, la sal, y la producción de envases de salazón.

Otros contenidos del Museo

Ya que es el único museo del municipio, se ofrece también una información sobre otra serie de culturas del termino municipal, por lo que aparte de los contenidos de epoca tardorromana, se incluye contenidos en textos y fotos de otros momentos culturales de la zona, así como de una selección de yacimientos del termino municipal, que van desde el paleolitico hasta el momento anterior a los ss. IV-V.

Estos otros contenidos se estructuran en distintos modulos:

Podemos encontrar información de una selección de yacimientos significativos del término municipal, anteriores a los siglos IV-V a.C., con el objetivo de dar una información general sobre la evolución de las distintas épocas y periodos culturales.

Un estudio monográfico sobre los talleres de sílex del Faro, la colonización fenicia, el santuario romano de la Loma del Alamillo, la villa del Rihuete, la villa y la balsa del Alamillo y sobre la minería romana. Así como las instalaciones de los siglos IV'V que se asocian en el Puerto de Mazarrón al momento de funcionamiento de la Fábrica de Salazones: las necrópolis tardorromanas, el área de viviendas de La Era y los conjuntos hidráulicos.

El último de los apartados, y los contenidos de cierre de la sala, reflejan los datos posteriores a los siglos IV-V, con la información que existe en la zona sobre la época medieval islámica y los testimonios de época moderna: la costa  tras la reconquista y hasta los siglos  XVII-XVIII, y el resurgimiento del Puerto de Mazarrón en época contemporánea, con los datos sobre la Fundición del Puerto.

Industrial del Pescado - El Garum

Los elementos característicos comunes a todas las fábricas eran las  piletas o tanques de salazón, unas cubetas en las que se maceraba el pescado con sal, en un proceso que duraba de veinte días a tres meses. Las mismas piletas eran utilizadas  para la salazón de las carnes de los peces (salsamenta), y para la fabricación de las distintas salsas de pescado, de las cuales la más famosa y que alcanzaba altísimos precios en la época era el garum.

La utilización de las salsas de pescado eran una constante característica de la cocina romana. La más conocida era el garum, que se  utilizaba a modo  de condimento o potenciador del sabor de casi todos los platos.

Estas salsas de pescado se obtenían por la maceración  de las vísceras de determinados peces, con carne de pescado desmenuzada y otras pequeñas especies. El proceso de descomposición  era facilitado por la propia acción de las enzimas digestivas de los peces, con el abundante uso de sal que evitaba la putrefacción.

Dentro de los tanques se batían todos los ingredientes para transformarlos en una pasta, favoreciendo la fermentación. Por la acción del calor, el producto quedaba reducido, tras lo cual se filtraba y se separaba un líquido, llamado garum. Los restos sobrantes eran también utilizados, aunque considerados como de menor calidad.

Este tipo de industrias empezaron  a proliferar en el s. I a. C en las costas  del sur peninsular y norte de África, continuando y potenciando una tradición iniciada en época fenicia y púnica. En estas empresas se basaba la economía y el comercio exterior e interprovincial y sus productos adquirieron amplia fama y llegaron a ser imprescindibles en toda la cocina del imperio romano.