San Benito

San Benito, y en especial el Huerto de San Benito, se encuentra inmerso entre los parajes de la huerta murciana. Por motivos obvios, los huertos aún cultivados y el paisaje del entorno se encuentran mediatizados por la actividad antrópica.

El terreno es de elevada alcalinidad y muy compactado, características propias de las zonas de huerta, terrenos que permiten la presencia, además de las especies arbóreas y de huerta, de otras algo más espontáneas.

Canales de riego

La red de canales abiertos de riego, lugar este por el que cruza la gran acequia de Alguazas, siempre favorecieron el cultivo de frutales como el naranjo y el limonero, además de hortalizas y legumbres, coliflores, habas, coles, acelgas, lechugas un largo etcétera presente en toda la huerta murciana.

Cerca de Patiño se extienden las estribaciones de la Sierra de Carrascoy, con sus montes  de pinos carrascos y monte bajo mediterráneo. Muy cerca queda la subida al área del Santuario de la Fuensanta, siendo un lugar muy popular en todo el municipio de Murcia, especialmente para los vecinos de pedanías cercanas y ciudad. Subir al Santuario de la Fuensanta pasa a ser una actividad más de fin de semana, para aficionados al senderismo o a los largos paseos.

Flora

Hoy día el incremento de la población ha reducido sensiblemente las áreas de huertos, y junto a los cultivos que quedan la flora suele estar constituida por gramíneas o malas hierbas, como los vinagrillos y en las áreas en las que los pozos o acequias todavía aportan algo de humedad es frecuente ver áreas de cañizos, de arundo donax,  una especie autóctona que se introdujo en Murcia por ser un elemento muy utilizado en estructuras y construcción  típicamente huertanas. Carrizales, espadañares, aromáticas como la hierbabuena, el romero, el perejil etc., completan la visión de la naturaleza de este medio.

Fauna

La fauna de San Benito se limita a las especies propias de un área en la que el ser humano se ha establecido plenamente. Quizá las especies avícolas son las más abundantes con gorriones, mirlos, algún petirrojo, lavanderas, carboneros o abubillas.

Topos, ratones comunes, culebrillas ciegas  y felinos domésticos completan una fauna escasa pero adaptada a las condiciones del medio.