De la presencia musulmana en Archivel son escasas las noticias, aunque la situación y características naturales de la comarca ejercerían como factores de atracción para este pueblo. Es muy probable que el cerro amurallado de Archivel fuera reutilizado en época islámica como enclave estratégico por sus virtudes defensivas. Lo que sí se encuentra documentado es que durante el siglo XIV Archivel sufre una despoblación, convirtiéndose así en una zona yerma. Esta adversa circunstancia coincide con el intento de Lorca de reconducir las aguas archiveleras hasta el río Guadalentín, para lo que en 1385 el Concejo de Lorca construirá una serie de canalizaciones.

  El problema del agua

  Desde finales del siglo XV y principios del XVI comenzó la repoblación de las tierras de Archivel y una nueva etapa en su Historia, a partir de la cual se fue creando la actual comarca. Las condiciones climáticas de la villa archivelera, junto con las grandes extensiones de terreno para la agricultura y la ganadería y, sobre todo, la presencia de unos grandes manantiales de agua hicieron propicia la llegada de gran número de repobladores, que encontraron aquí el lugar adecuado para vivir.

  Dos lagunas situadas al noreste del pueblo, conocidas por todos los vecinos como los Ojos de Archivel, fueron anheladas desde la Edad Media por la vecina villa de Lorca, con el fin de poder ampliar la superficie de tierra dedicada al cultivo de regadío. La ambición de la comarca de Lorca se mantuvo durante los siglos XVII y XVIII. Este proyecto lorquino siguió fracasando, como ocurrió en 1742, cuando una cédula del Rey Carlos III delegaba a Don Diego Sánchez Corralero el cese de las disputas por las aguas archiveleras. Ya en el siglo XVIII, Archivel aglutinaba una considerable población, contando con 14 familias de hidalgos, entre los que destacan los López Ortiz, que gozarían de gran influencia tanto en la villa archivelera como en el municipio de Caravaca de la Cruz.