Al abrigo de la Sierra de Carrascoy, y a 20 kilómetros de distancia de la capital de Murcia, se encuentra la pedanía de Corvera, una de las localidades que forman parte del conocido como Campo de Murcia.
Sin duda es la cercanía de Carrascoy la que influye de manera directa en las peculiaridades de los alrededores de Corvera, ricos en una floresta típica mediterránea y con paisajes como el de la Naveta o el de La Murta, si bien este último forma parte de otro núcleo geográfico.
La historia del lugar está siempre unida a su compra por parte de grandes señores y terratenientes, ya desde el siglo XV. Durante 
el siglo XVIII la villa, considerada señorío de realengo, sería una de las más importantes de Murcia, concentrando la administración de otras aldeas vecinas, hoy día también pedanías, como Truyols, Baños y Mendigo, Lobosillo o Valladolises.
Las pinadas, el matorral, el esparto, gramíneas, liebres, perdices y un largo etcétera forman parte de este ámbito de la geografía murciana, que también incluye tradicionales áreas de cultivos de secano.
Corvera celebra sus fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario, fechas en las que los vecinos recuperan las viejas tradiciones de las matanzas de cerdo, elaboración de embutidos y jornadas de convivencia donde las famosas migas del lugar pueden degustarse.