Zarcilla de Ramos

  Zarcilla lucha por la supervivencia

  La Edad Contemporánea en Zarcilla de Ramos comenzó en el siglo XIX con malos designios: la población estaba diezmada y la propiedad, concentrada en manos de los terratenientes. La única expectativa laboral era trabajar en los campos. Tales condiciones empujaron a los zarcilleros a la emigración hacia otras provincias y Cataluña, con su incipiente industria, acaparó la mano de obra sobrante en estas tierras. La diputación de Zarcilla de Ramos se va despoblando progresivamente. La actividad económica de los que tienen pequeñas parcelas de tierra es la agricultura extensiva de secano, muy poco productiva.

  Los alcaldes de Lorca siempre tuvieron intereses en la Diputación: canteras, fincas de veraneo o campos de cultivo. Gracias a ello se vio favorecida por una política municipal, que propiciaba el desarrollo de infraestructuras y prebendas. El siglo XX sometió a Zarcilla de Ramos a una dura prueba por la supervivencia. La Guerra Civil Española y la durísima posguerra pusieron a la localidad al borde de la desaparición. La vecina dputación de La Culebrina, por ejemplo, se quedó sin habitantes en determinadas épocas, aunque en la actualidad cuenta con siete vecinos. No obstante, Zarcilla de Ramos consiguió perdurar y prosperar.

  A finales del siglo XX y primeros del XXI se desarrollaron numerosos proyectos para proporcionar trabajo y prosperidad a los jóvenes. De este modo la Diputación no se vio abandonada por las nuevas generaciones. En enero de 2005 un terremoto de gran intensidad sacudió el pueblo. Algunas casas se vinieron abajo y otras quedaron seriamente afectadas, aunque, posteriormente, se han ido rehabilitando. Actualmente, sus habitantes se están centrando en nuevas actividades laborales y trabajan en la construcción de un polígono industrial y de numerosas viviendas con campo de golf.