Quizás es la parte profana la más desconocida del autor, por que si bien esculturas como la del cardenal Belluga en la murciana Plaza de La Glorieta o los relieves de la diputación provincial o el Sanatorio de Belén son de sobra conocidas, no son fácilmente atribuidas al autor por parte del gran público.
Materiales
Pero la obra profana de González Moreno es admirada también por su aportación al ámbito artístico murciano y nacional. Abarcando todo tipo de materiales para trabajar, el escultor, además de tallar madera, esculpió piedra y mármoles y preparó vaciados para bronce, piezas estas últimas que solía mandar a Madrid para que fueran fundidas. Este manejo de distintos soportes es uno de los grandes valores del artista, un conocimiento amplio de distintas técnicas y acabados.
Método
De los archivos de González Moreno, sabemos de su conocimiento del dibujo en distintos bocetos para obras, sus ensayos con barro para grupos escultóricos, su búsqueda, en fin, de las cualidades de la obra a través de un estudio preciso previo de sus piezas.
Se pueden destacar entre sus obras su gran habilidad para el retrato y sus diversas creaciones en este aspecto, para amigos, familia y conocidos. El desnudo femenino, por ejemplo, es uno de los temas más trabajados, en obras tan representativas como Mujer Mediterránea o sus alegorías de Murcia en bronce.
Referentes
Tanto sus viajes a Italia como su viaje a París determinaron parte de sus influencias. Por una lado los clásicos como Donatello o Miguel Ángel, de quien decía que no había dejado discípulos por llegar a una especie de summun en su obra; y por otro lado escultores modernos como Rodín o el italiano Manzú.
Pero, en general, la obra de González Moreno sigue anclándose en los valores del realismo y el naturalismo, aunque sus formas intenten en ocasiones ser algo atrevidas, como en sus proyectos de Burgos, por lo general, apenas hace concesiones a los conceptos abstractos o lineales.
