Iglesia de Cabezo de Torres [Murcia_Pedanías_Cabezo de Torres]
Iglesia de Cabezo de Torres
Retrato al óleo del Obispo Belluga orando ante la Virgen de las Lágrimas
Retrato al óleo del Obispo Belluga orando ante la Virgen de las Lágrimas

  La fortificación de Cabezo de Torres y el señorío de los Torres

  En el cerro que da nombre al Cabezo de Torres existió una fortaleza árabe. De ella apenas se sabe nada, pero es lógico relacionarla con las fortificaciones islámicas de los alrededores de Murcia. Formaba una línea defensiva con los castillos de Monteagudo, Castellar y Larache, mandados construir por el Rey Lobo (siglo XII).

  El nombre del Cabezo de Torres, según Díaz Cassou, deriva de la identificación del cabezo, alrededor del cual se asentó la población. Miembros del linaje Torres, de origen catalán, acompañaron a Alfonso X 'el Sabio' en la Reconquista de Murcia. Como premio a sus servicios, el Rey Sabio les concedió las tierras del Cabezo de Torres. En 1395, Juan Torres fue regidor del Concejo de Murcia.

  En 1410, Juan Sánchez Torres era propietario de las tierras entre Monteagudo y Churra. Siglos después, la familia Torres se ennobleció, recibiendo el título de Marqueses de la Corona.

  Desde la Reconquista (siglo XIII), el Cabezo de Torres formaba parte de la diputación de Churra. Por ello se conocía como Cabezo de Churra. En 1608 se cita el lugar en la escritura de fundación del Molino del Armero como Cabezo de los Frailes, quizá porque en las cercanías de la población tenían una residencia los frailes carmelitas de Murcia.

  Guerra de Sucesión y Milagro de las Lágrimas

  Desde principios del siglo XVIII, el lugar comenzó a denominarse Cabezo de la Santa. Ello fue debido a la creencia en un milagro famoso en toda España, producido el 8 de agosto de 1706, en plena Guerra de Sucesión española. El milagro consistió en el derramamiento de unas lágrimas por un busto de la Virgen de los Dolores (ubicado en la casa del labrador Francisco López Majuelo).

  Desde entonces la imagen pasó a llamarse Virgen de las Lágrimas y fue proclamada patrona del lugar. El 11 de agosto de 1706, por orden del obispo Luis Belluga, la imagen fue trasladada a la Catedral de Murcia y en el lugar donde sucedió el milagro se mandó construir un templo en su honor. Pasó mucho tiempo antes de que retornase al pueblo, fue el 16 de octubre de 1994. Con tal motivo se celebró un Año Jubilar Mariano en Cabezo de Torres.

  No hay que olvidar las implicaciones políticas y bélicas de tan curioso suceso. En el Levante, Belluga lideraba a los partidarios del futuro Felipe V de Borbón en la Guerra de Sucesión. Atribuyó el Milagro de las Lágrimas de María a las atrocidades cometidas en Alicante por los soldados ingleses, que eran protestantes y, además, apoyaban al archiduque Carlos de Austria, el otro pretendiente a la Corona de España.