El municipio de Fortuna se encuentra a una treintena de kilómetros de la ciudad de Murcia, y en concreto el monumental yacimiento a que hacemos mención se encuentra emplazado a poco más de tres kilómetros de ésta localidad, enmarcado en lo que siempre se ha conocido como los Baños de Fortuna.

     Se trata de un yacimiento romano poco conocido a nivel nacional, lo cual no está en consonancia con el reconocimiento arqueológico que debería tener ya que no se existe otro en la península y sólo se encuentra algún resto similar en ciudades del Mediterráneo Oriental. Sus grandes dimensiones así como la magnitud arquitectónica del conjunto, está realizado en la roca, y mediante grandes sillares se sustentó el resto del edificio. Las señas de identidad de Fortuna se confunden desde los tiempos remotos con la existencia de las aguas termales. Un buen ejemplo de ello es el propio escudo de la villa, donde destaca el chorro vertical del manantial o el logo turístico que utilizan.

     Ciertamente hasta hace no muchos años Fortuna era sobre todo un municipio en el que había un manantial de aguas termales que daba vida a uno de los balnearios más importantes de España. Sus manantiales fueron conocidos y utilizados desde la Antigüedad, ya que sus aguas que surgen a 52º C, por su composición las hacen especialmente indicadas para tratar un amplio abanico de enfermedades, pero además, las aguas, recicladas y vueltas a reciclar, movían tres molinos de cubo, posibilitaban la existencia de cuatro lavaderos y servían para el riego de pequeñas huertas. Ahora las cosas están empezando a cambiar y la dependencia de las aguas no es tan evidente, aunque la seña de identidad no se ha perdido.