El Mar Menor: una laguna mágica

 Nuestro Mar Menor es un espacio emblemático de la geografía y de la naturaleza del sureste español. Esta albufera, que se encuentra junto al Cabo de Palos, al este de la milenaria ciudad de Cartagena y su inexpugnable puerto natural, es la laguna salada de mayor extensión (136 km2) de todo el Mediterráneo occidental, con salinidad marcadamente superior a la de su vecino ‘mar mayor’ y características morfoclimáticas y biológicas de gran singularidad ambiental. Además, pese a todas las vicisitudes conserva su característica más genuina, que es especialmente muy valiosa: un paisaje único e inigualable.

    Lamentablemente, el cordón litoral que cerró la bahía y delimita la laguna, La Manga, otrora citada como “aquella isla que entra en la mar y dura bien una legua” (Libro de la montería s. XIV) o “dentro de la mar una cinta (así se llama) no solo admirable, pero prodigiosa” (‘Licenciado Cascales’ 1621), aunque también como una “superficie estéril y desaprovechada”, “desierto hostil y olvidado” (sic)  (NO-DO 1981), “perdió en una década su naturalidad, convirtiéndose en una calle urbana”, sin duda un irreversible impacto ambiental, de entre tantos, que amenazan el equilibrio natural y, por ende, la situación del Mar Menor: seis mil años de historia, 50 años de resistencia y un ejemplo de ecosistema complejo (Pérez-Ruzafa y Marcos 2019).

    Sin embargo, en los ochenta fueron dos de los cuatro primeros espacios naturales de la Región de Murcia los que se crearon en el entorno del Mar Menor, mediante la aprobación de su correspondiente Plan Especial de Protección. Al norte, las Salinas de San Pedro del Pinatar, en 1985 (700 hectáreas) y, al sur, Calblanque, en 1987 (1882 ha), actualmente, desde 1992, Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar (856 ha) y Parque Regional Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila (2453 ha), respectivamente. Completan la lista de Espacios Naturales Protegidos marmenorenses dos Paisajes Protegidos: Espacios Abiertos e Islas del Mar Menor y Cabezo Gordo.

    Además, respecto a otras áreas protegidas, que son numerosas, como inherentemente corresponde a un territorio de grandes valores ecológicos y naturales, destaca su inclusión como Humedal de Importancia Internacional (HII) del Convenio Ramsar, en 1994, ya que fue la primera figura de protección global al Mar Menor, reconocimiento que meritoriamente recibe junto a Doñana, Delta del Ebro y Albufera de Valencia. La laguna costera también es Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), y, tanto ésta como su entorno, comprende varias Zonas de Especial Conservación (ZEC) de Red Natura 2000, desde la aprobación del Plan de gestión integral de los espacios protegidos del Mar Menor, vigente desde el 19 de octubre de 2019, y Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

    Finalmente, destacar la planta marmenorense más representativa y singular, única y exclusiva, descrita para la ciencia en diciembre de 2013: la esparraguera del Mar Menor (Asparagus macrorrhizus), así como otras especies de flora relevantes, con poblaciones únicas o muy importantes, para la Región de Murcia, España, o incluso Europa, en el entorno inmediato de la laguna y su área de influencia: ciprés de Cartagena o tuya mediterránea (Tetraclinis articulata), tapenera de la Sierra Minera (Capparis zoharyi), jara de Cartagena (Cistus heterophyllus ssp. carthaginensis), quitameriendas (Merendera filifolia), chumberillo de lobo (Caralluma europaea), etc.

    Por último, a continuación, sigue un guion breve y resumido de su diversidad florística y paisaje vegetal, que aporta un listado completo de flora selecta, a modo de catálogo de referencia, una descripción general de su vegetación, y un compendio de zonas de gran interés botánico y paisajístico. Se trata de propuestas para conocer la gran biodiversidad terrestre y marina de este espacio natural único.

   También, en esta página, se presentan dos vídeos, relativos al entorno del Mar Menor y las pesquerías artesanales, cuya visualización es casi imprescindible para la comprensión del encuadre geográfico y socioeconómico local de la laguna costera y su ámbito territorial.  

    

José Antonio López Espinosa