Diego Flomesta Moya (Bullas 1890 - Annual, Marruecos 30 de junio de 1921)

Diego Flomesta Moya ingresó en 1911 como alumno de la Academia de Artillería. Tras los cinco años del plan de estudios fue promovido a Teniente de Artillería y es destinado al 2º Batallón de Artillería de Posición en Mérida y poco después al 6º Batallón de Artillería de Posición en Murcia.

El 5 de mayo de 1920 tomó el mando de la Sección  de Automóviles de esta Comandancia de Artillería, interviniendo en las operaciones para la ocupación de Arrayen, Lao, Cheif y Tamamsin Norte en Marruecos. Quedó destacado en esta última posición, al mando de la Batería de Posición hasta el 2 de Julio que regresó a Melilla. El 1 de Agosto del mismo año 1920 marchó a mandar el Destacamento del Draa n1 1, donde permaneció hasta el 14 de diciembre al ser trasladado con el Destacamento a la nueva posición de Bu-Hermana, y poco después fue destinado al Regimiento Mixto de Artillería de Melilla.

A principios de 1921 se incorporó a la Batería de Annual, y el 1 de junio de ese año salió al mando de la Batería formando parte de la Columna a las órdenes del Comandante Jesús Villar, asistiendo a la operación que dio como resultado la ocupación de Abarrán, quedando destacado en esta posición.

Las fuerzas españolas se dedicaron a fortificarla, pero ese mismo día fueron atacados por un numeroso contingente. El teniente Flomesta, aun habiendo recibido una herida en la cabeza y otra en un brazo, dirigió los tiros animando constantemente a sus hombres y asumió el mando de la posición cuando el capitán Salafranca cayó mortalmente herido, al igual que había sucedido con el resto de los oficiales españoles. A lo largo del combate, sus cuatro cañones de 75 mm de la 1ª Batería de Montaña, agotaron los 360 proyectiles disponibles tirando incluso con la espoleta a cero, es decir, al menor alcance. Flomesta, viendo que se la posición podía perderse y que los rebeldes capturarían sus piezas, inutilizó personalmente una de ellas y ordenó a sus artilleros que hicieran lo mismo con las restantes. Después, fusil en mano, al igual que los artilleros disponibles, se sumaron a la defensa de los parapetos. Tras varias horas de combate, caen los oficiales, y toma el mando el Teniente Flomesta, quien, pese a estar herido, mantiene la defensa. Sin embargo, al agotarse la munición Flomesta decide inutilizar los cañones antes de caer herido de nuevo y por fin, ser hecho prisionero.

Flomesta fue llevado cautivo a un poblado próximo donde le atendieron con solicitud con el propósito de que, una vez curado, enseñase a sus enemigos el manejo de las piezas que habían caíido en poder de éstos. Al enterarse de esto Flomesta se niega a secundarlos y se arranca los vendajes de sus heridas, prefiriendo morir antes que verse obligado a prestar ese servicio.

Para vencer tan inesperada resistencia, los rifeños decidieron privarle de todo alimento, sin embargo ni así consiguieron domar su férrea voluntad.

Fallece al mes justo de su cautiverio, el 30 de Junio de 1921.

El 28 de junio de 1923 se le concedió la Cruz de San Fernando por su heroísmo y ejemplar comportamiento en la defensa de la posición de Abarrán.

La memoria del heroico teniente Flomesta permanece en el callejero de Murcia, Barcelona y Mérida. Especialmente es notable su recuerdo en la Academia de Artillería de Segovia donde se expone una placa honorífica ubicada en su emblemático Patio de Órdenes e inaugurada en un emotivo acto el 2 de junio de 1924 por el general Primo de Rivera.