Free cookie consent management tool by TermsFeed Antonio Molina Cano- Biografía - Región de Murcia Digital
HISTORIA

Antonio Molina Cano

Biografía

Plano de una de las patentes del inventor [Blanca_Antonio Molina Cano]
Plano de una de las patentes del inventor

Antonio Molina Cano, Blanca 1879-1953

De carpintero a inventor

Antonio Molina Cano nació en la localidad murciana de Blanca en el seno de una humilde familia. Tanto es así, que sus padres sólo pudieron costearle los estudios primarios.

Molina Cano creció y se crió en un pueblo rural de gran tradición agrícola, donde el cultivo de regadío estaba presente en las norias, acequias y molinos que conformaban el paisaje. Esta realidad le influyó de forma inexorable en su futuro como inventor de aparatos y máquinas hidráulicas.

Tras acabar los estudios primarios comenzó a trabajar como aprendiz en un taller de carpintería a los 14 años. Allí desplegó sus cualidades como escultor y ebanista, que también desarrollaría posteriormente mediante la confección de figuras, muebles y retablos de madera.

Después de pasar siete años en el taller, en 1900 abrió el suyo propio. Fue allí donde comenzó a dar rienda suelta a su capacidad inventiva mediante la fabricación de tornos y sierras movidas a pedal.

A principios de abril de 1913 inventó "la turbina de doble efecto", y en 1916 patenta nuevas turbinas que serían implantadas por todo el territorio nacional hasta mediados del siglo XX, con peticiones en Marruecos y Argentina.

Su labor pronto fue conocida por sus vecinos, que no vacilaron en encargarle toda una serie de trabajos como carpintero con el fin de reparar, construir e instalar norias y rodeznos de molinos. Una de ellas fue la "noria de la Quinta", obra hidráulica de gran porte.

Éxito e importancia de sus inventos

Este trabajo de construcción de maquinaria movida por el agua reorientó su labor  hacia la tecnología hidráulica, que tendrá su plasmación más importante en la construcción de varios modelos de turbinas en los años de la Primera Guerra Mundial. Estos modelos alcanzaron tanto éxito que rápidamente recibió encargos desde regiones españolas y otras partes del mundo como América o África.

No dudó en realizar y cumplir dichos encargos, siempre acompañado de un nutrido y competente grupo de montadores, cuya colaboración fue esencial en el trabajo de Antonio Molina.

La importancia de sus inventos fue de tal magnitud que Molina Cano estuvo viajando durante casi cuarenta años, hasta el final de su vida, por todas las regiones españolas donde se le reclamaba a él y sus inventos. Pero viajaba especialmente a las regiones rurales de una España atrasada económicamente, con vías de comunicación deficientes y una industria escasamente implantada.

Sus turbinas aprovechaban la fuerza del agua para accionar las dinamos que iluminaban pueblos y aldeas, dando fuerza motriz a serrerías, almazaras de aceite, marmolerías y majadoras de esparto, en un momento en que la construcción de fábricas de generadoras de luz eléctrica sólo estaba al alcance de las grandes ciudades.

En diferentes regiones de la península española, puede verse aún la huella dejada por Molina Cano en las norias, molinos, serrerías, almazaras, batantes y fábricas de luz.

Imagen de la instalación de una de sus turbinas [Blanca_Antonio Molina Cano]
Imagen de la instalación de una de sus turbinas