Yecla

El sentimiento antiseñorial de la villa de Yecla

A la muerte de Enrique IV (1474), los problemas en Castilla eran bastante graves. Diversos levantamientos antiseñoriales se habían sucedido en ciudades y villas con el mismo argumento: las donaciones que el rey realizaba a los nobles. Un movimiento de estas características pudo producirse en Villena y también en Yecla con anterioridad a la muerte de Enrique IV.

Ninguno de los titulares del señorío de Villena en el siglo XV consiguió conquistar para sí las simpatías de los vecinos del señorío. Por el contrario, los pobladores protagonizaron acciones de rebeldía contra la autoridad señorial, defendieron y exigieron el cumplimiento de sus fueros, usos, costumbres y privilegios.

Este mal ambiente vino a precipitar los acontecimientos y el estallido de la guerra dentro del Marquesado de Villena, concretamente en Alcaraz desde donde se extendió rápidamente por el resto de localidades del Marquesado. Alguna de las razones del levantamiento sería la fuerte presión fiscal, las banderías y la fuerte crisis económica.

Por otro lado, la muerte de Enrique IV también planteaba otro dilema como era su sucesión al trono de Castilla. Este factor fue un motivo más añadido en la guerra que había estallado en tierras del marquesado. Al morir Enrique IV,  Diego López Pacheco se mostró partidario de Juana la Beltraneja, hija del difunto rey, y contrario de  Isabel, hermana de Enrique IV. Todos estos argumentos fueron motivos más que suficientes para que estallara la guerra dentro del Marquesado entre 1475 y 1480.

La segregación definitiva de Yecla del Marquesado de Villena se producirá el 25 de marzo de 1480, momento en el que los Reyes Católicos notifican al Concejo el nombramiento de Gaspar Fabra como su corregidor.

Yecla y los Reyes Católicos

En lo que a Yecla se refiere, antes de producirse la guerra dentro del marquesado, esta población ya había mostrado su descontento hacia el marqués y manifestado sus preferencias por el realengo. La destrucción de su fortaleza, posiblemente por indicaciones del propio marqués de Villena, pudo ser entendida por los propios habitantes de esta población como una pequeña victoria sobre su señor, lo que dio ánimos a ésta para ser, junto a Sax, Villena, Almansa o Chinchilla, de las primeras que se sublevaron mostrando su deseo de ser incorporada al realengo con los Reyes Católicos, algo que sucedería tras la primera capitulación del marqués en 1476.

El paso de los Reyes Católicos por la villa de Yecla, en 1488, se produce en el contexto de la guerra que los monarcas mantienen con el reino nazarí de Granada, pero es también el momento escogido por la villa para que confirmen sus privilegios (ver documento). De esta forma se iniciaba una nueva etapa, esta vez en el realengo, a las puertas de un nuevo siglo, el XVI.