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        EN LA MANCHA, de Villanueva de los Infantes a El Bonillo

        Desde la Glorieta de España, entre saludos y presentaciones esperamos el autobús con la ilusión prendida, para realizar el viaje de dos días;  salimos como estaba previsto   a las ocho menos cuarto del martes, día ocho de junio con dirección Villanueva de los Infantes (provincia de Ciudad Real) y al día siguiente continuamos a las Lagunas de Ruidera y El Bonillo ya en la provincia de Albacete.

        Disfrutamos con la contemplación del Conjunto Histórico Artístico de Villanueva de los Infantes de los siglos XVI y XVII, sus palacetes con ricas rejas tienen un sello muy singular  imprimido por la Orden de Santiago; que resultaría muy grato relatar con todo detalle hasta trasladarnos a las costumbres de la época con sus festividades y el baile de la chacona.

        En Torre de Juan Abad que fue señorio de Francisco  de Quevedo visitamos con todo interés el museo dedicado a la obra del poeta.

        En su iglesia parroquial seguimos muy complacidos la audición del órgano con que nos obsequió una niña de quince años del lugar, y la explicaciones del sacerdote, persona de gran versatilidad y simpatía, fueron del agrado de todos, invitándonos a que hagamos una visita más reposada y podamos asistir a un concierto de órgano de los que se programan en señalados días. El órgano que es del siglo XVIII tiene como organistas a los mejores del mundo.

        En San Carlos del Valle, el pueblo de “El Cristo” como ya se nos había anunciado que le llaman los lugareños; uno se queda sorprendido como en un medio rural pueda haber una iglesia tan grandiosa y singular. “una de las mejores del barroco final de la provincia...” Parece como extraida del  tejido histórico artístico de una gran ciudad,  pero con una personalidad propia que le imprime todo el connjunto con su Plaza Mayor como atrio de proporciones superiores y belleza similar a Almagro.

        En la cúpula de la iglesia, reside su mayor majestuosidad exterior, de forma de semiesfera en la que se abren ventanas redondas con persianillas de madera movibles al modo mallorquín y reloj, con remate de flecha esbelta lobulada  muy artística

        Como resumen, en cuanto a las iglesias, son de gran magnificencia y tienen retablos valiosos.

        Es digno de mencionar las entradas de las poblaciones ajardinadas con rosales y   arbustos recortados con formas geométricas y los elegantes magnolios en flor que vi en una. Todo tan cuidado da sensación de vitalidad y ganas de vivir.     

        Siguiendo en este atrayente tramo de la Ruta de don Quijote las lagunas de Pedro Muñoz, o Lagunas de Ruidera ”pequeñas depresiones cerradas en el terreno, en las cuales el agua de lluvia es retenida gracias a la presencia de arcillas impermeables” Es una descripción válida para comprender su formación, ya que de las quince la mayoria  son lagos con espacio suficiente para solazarse en su contemplación y en la práctica de diversos deportes.

        Debido a que este año ha sido abundante en lluvias las Lagunas están a rebosar   y así hemos gozado viendo sus aguas en fuertes corrientes y cascadas.

        Siendo “el tramo alto del Guadiana al salvar el desnivel existente entre el Campo de Montiel y La Mancha el río ve interrumpido su curso por sucesivas represas naturales que dan lugar a las diferentes lagunas que forman el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera”.

        El martín pescador y el mirlo acuático son las aves que sobrevuelan las lagunas y el sotobosque con choperas y otros arbustos invitan a adentrarse por senderos que debido a la lluvia, aúnque cernida nos impedió recorrer, pero de todas formas agradecimos sin defraudar y avivando más nuestro interés por volver ya que la lluvia tenía un componente efímero que nos tocó en nuestra breve visita.

        Con la leve lluvia hicimos el almuerzo el miércoles en Restaurante rodeado de la arboleda húmeda, goteando sus frondas y el ambiente fresco a la vera de las Lagunas. Fue una delicia y dimos buena cuenta de la rica y abundante gastronomía del lugar, entre la que se contó los huevos revueltos con torreznos de jamón y chorizo que tienen una referencia literaria. Cervantes nos indica que don Quijote (Alonso Quijano) los comía casi todas las noches. Desde entonces se les llamó: Duelos y quebrantos.”Estos abusos se fueron introduciendo poco a poco y en pequeñas cantidades, con duelo, pero perturbaban las conciencias y quebrantaban la ley del ayuno y abstinencia y de ahí se les llamó duelos y quebrantos”.

        Pudimos sentir la miel en los labios de ver una chalupa con vela, muestra de que se utiliza para el paseo y la practica de la navegación de recreo que como el piragüismo se hace en el pantano de los Muleteros. El alojamiento en las casas rurales está aquí muy arraigado por sobradas razones, como pudimos apreciar, y nos congratula de tanto recurso como la caza menor y la pesca, entre otras actividades.

        De camino hasta El Bonillo en  su monumental plaza mayor está centrada una luminaria de alto báculo con cinco farolas fernandinas como las que cuelgan de las arcadas del Ayuntamiento, una muestra relativamente reciente, que completa armoniosamente con la suntuosidad de los edificios antiguos; como la Casa Consistorial citada y la iglesia de Santa Catalina. En su pequeño museo parroquial pudimos apreciar valiosos cuadros de pintura; “el Cristo abrazado a la Cruz de El Greco de calidad superior –según la crítica más especializada—al que hay en el Museo del Prado”.

        Con agradable sorpresa descubrí en la misma plaza un gran salón rectangular con columnillas, barra de bar y un antiguo piano en un extremo, en el paño que da acceso a los aseos; estaba muy concurrido echando la partida. Lo cual reconforta en el sentido de que estos pueblos han perdido más de im tercio de su población. Aquí parece,  que el tiempo se haya detenido, por principios del siglo XX, por su ambientación arquitectónica;intuyendo un pasado bullanguero de festejos y bailes que todavía algo quedará.

        Desde el campo de golf, de la Lagunilla se llega a Munuera, dónde muchos estudiosos coinciden  en situar las célebres Bodas de Camacho. “Episodio del Quijote en que el ingenioso hidalgo  acompañado de Sancho, asiste a la comida de bodas de un rico labrador llamado Camacho, comida tan abundante que se ha hecho proverbial para significar cualquier festín opíparo y fastuoso”.

        En la guía se cita la Casa del Marqués de Camacho, palacete en el cruce de la calle Cervantes con Jacinto Benavente en Villanueva de los Infantes, coincide el nombre del rico labrador con el personaje noble.

        Estas crónicas servirían para componer la canción Salero de España, de la que existe una versión e n la voz y gracejo de la que fue gran tonadillera Concha Piquer.

         “que te colmen de faisanes lo ricacho, a la hora de almorzar, que para mi con un salero y un gazpacho son las Bodas de Camacho y el festín de Baltasar”

        “... Ay salero de España salero...”

            (Quintero/León/Quiroga)

        Desde el coche se nos ofrecía un paisaje variado de tierras rojizas, a veces con parcelas de vides de exuberantes pámpanos y frondosidades de árboles aislados que no distinguiamos bien;  no pudimos ver el azor que campea por estas tierras ni el águila imperial, entre otras aves de envergadura, y claro está las garduñas y otras variadas  especíes que nos relatan, debido a su vida nocturna o su sensibilidad a los ruidos ; aúnque sí nos sorprendió en una alta chimenea, de lo que fuera fábrica, coronada por una cigüeña alertada con su cría; claro que es su tiempo de hacer su nido en lugares frescos, teniendo preferencia por las  alturas, siendo frecuente las espadañas de las iglesias como es el caso en Alcalá de Henares.

       Autor: Antonio Moreno Garrido