Percebes

    Al contrario de lo que ocurre con otros mariscos, el percebe apenas posee contenido en grasas y colesterol, además las porciones que se suelen ingerir de este alimento son mínimas.

    Aportan al organismo una cantidad significativa de vitaminas del grupo B, en concreto B1 y B2. Estas vitaminas hidrosolubles intervienen en el crecimiento y la división celular, producen hormonas o enzimas importantes, regulan el funcionamiento del sistema nervioso y fortalecen el sistema inmunológico.

    Los minerales presentes en el percebe son hierro, zinc y potasio.

    Capturas

    Las capturas de percebe en la Península Ibérica se circunscriben al área del Cantábrico y la costa gallega. Se obtienen a mano, ayudándose con  rasquetas o rapas, a bordo de charlanas (embarcación de fondo plano) siempre que el estado del mar lo permita. Con las rasquetas, los percebeiros (profesionales de la recogida del percebe) golpean la zona donde se encuentran los ejemplares, procurando obtener el mayor número de ellos, teniendo en cuenta que la destreza para retirarlos de la roca en condiciones óptimas propiciará que se puedan mantener vivos fuera de su hábitat durante algunos días.

    Pero la ubicación de los percebes en los acantilados y espacios rocosos costeros donde rompen las olas hace que este trabajo posea un plus de peligrosidad, que se verá reflejado en el precio que alcanzan en el mercado.

    En ocasiones, los percebeiros actúan mejorando la calidad de la especie a través del rareo. Cuando un espacio reducido cuenta con la presencia de una gran cantidad de ejemplares que aumentan la competencia por su desarrollo y supervivencia (disminuyendo su calidad), el percebeiro puede extraer una buena parte de ellos para facilitar el crecimiento de los individuos que quedan en la roca.