La cigala o Nephrops norvegicus es un crustáceo decápodo de tamaño medio, muy apreciado en gastronomía debido a la suavidad y sabor delicado de su carne.

    Perteneciente a la familia Nephropidae, la longitud de su cuerpo puede alcanzar entre los 15 y 30 cm, con 20-600 gramos de peso. Su estructura es alargada y delgada (igual que otros crustáceos como la gamba o el langostino). Posee un caparazón o exoesqueleto con costillas y espinas, así como cabeza alargada con dos ojos de color oscuro, sobresalientes y aspecto arriñonado. De sus cinco pares de patas, el primero (más cercano a la cabeza) ha evolucionado hasta convertirse en pinzas, finas, largas y de grosor desigual. El segundo y tercer par también las presentan, pero de muy reducidas dimensiones.

    Su color característico es el rosado o anaranjado, con pequeñas manchas rojizas y blanquecinas. Al contrario que otros mariscos, apenas cambia de color una vez cocinado.

    Hábitat, alimentación y reproducción

    Las cigalas habitan los fondos arenosos cubiertos de algas del Océano Atlántico y Mar Mediterráneo, en profundidades que oscilan entre los 40 y 400 metros, dependiendo de la temperatura de las aguas, con mayor presencia en los lugares templados. Excavan galerías en la arena fina para esconderse, en ocasiones con varias entradas y salidas por donde poder escapar de cualquier depredador.

    Es un marisco de hábitos nocturnos que se alimenta de moluscos bivalvos, anélidos y peces muertos, que tritura utilizando sus dos pinzas más desarrolladas.

    Las cigalas pueden ser machos o hembras, transportando estas últimas los huevos (de coloración verde en principio, pero que se tornan rojizos con el tiempo) en la parte inferior de su cuerpo. Tras dos años de vida, alcanzan su etapa adulta.

   Propiedades nutritivas y salud

    La cigala posee como características principales en su composición nutritiva, un gran número de proteínas, menos calorías que el resto de crustáceos y una mínima cantidad de grasas.

    Las vitaminas que predominan en su carne son las relacionadas con el grupo B, que actúa en el funcionamiento de los sistemas defensivo y nervioso, el aprovechamiento de hidratos de carbono, grasas y proteínas, además de intervenir en la formación de glóbulos rojos y síntesis de material genético.

    Los minerales destacados en su composición son el potasio, fósforo, magnesio y yodo.