Mariscando en la playa [Berberecho]
Mariscando en la playa

    Los berberechos están presentes en la Región de Murcia desde hace al menos 100 millones de años, como queda demostrado por los restos fósiles encontrados junto a caracolas y erizos en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy o en otras sierras de la geografía murciana.

    Su consumo por parte de homínidos se remonta al Paleolítico, hace 35.000 años, hallándose ejemplares de su misma familia en la Cueva de los Aviones del litoral cartagenero ingeridos por el hombre de Neandertal.

    Durante el Neolítico (milenios VI y V a.C) el berberecho adquiere gran importancia al emplearse sus valvas para realizar la cerámica cardial. En algunos de los yacimientos de este periodo hallados en la Región de Murcia han aparecido ejemplos de esta cerámica, concretamente en abrigos como Los Grajos de Cieza, asociadas a pinturas rupestres esquemáticas.

    La evolución del consumo de moluscos bivalvos en la Región llega hasta el poblado de Bolvax en Cieza, durante la Edad del Bronce, donde en un collar de cuentas se aplican conchas de moluscos como decoración, dando muestras de la relación comercial entre el interior y la costa, así como de la importancia de este producto para el ser humano, tanto por el valor alimenticio como por sus connotaciones ornamentales y mágicas.

    La cultura romana también degustaría berberechos entre los manjares de los banquetes familiares, sus Cenae. En los recetarios conservados de la época, se describen preparaciones donde eran utilizados como ingrediente en salsas o protagonizando aperitivos junto a otros moluscos como almejas y mejillones.

    Las últimas décadas del siglo XX han supuesto una merma importante en el número de berberechos del Mar Menor debido a la superpoblación de moluscos predadores de esta especie, una de las más significativas de estas aguas.

Capturas en España

    El berberecho puebla la mayoría de las costas españolas, alcanzando las mayores partidas comerciales en Galicia. No obstante algunos de los ejemplares que presentan un sabor más intenso, debido a las condiciones ambientales y de hábitat, se recogen en el Mar Menor de la Región de Murcia.

    La demanda creciente de este producto en los mercados nacionales e internacionales ha propiciado el uso de parcelas donde se planta el molusco, manteniendo así una producción homogénea en calidad y cantidad. Las parcelas, ubicadas en rías o playas con gran cantidad de fango, son gestionadas en exclusiva por cofradías de mariscadores, compuestas habitualmente por mujeres, que marcan los periodos de siembra, cuidado y recogida con unos cupos máximos por persona y día para evitar la sobreexplotación o la caída de precios en el mercado.

    Los berberechos se capturan directamente con la mano tras remover la arena, mediante rastrillos u otros utensilios que ayudan a cavar en el fondo arenoso.