La nuez moscada, procedente del árbol Myristica fragans, es un fruto especiado ampliamente empleado en la cocina asiática y muy cotizado en la europea por su aroma dulce, fragante y suave.

Historia

    Esta especia originaria de las antiguas Islas de las Especias, actuales Islas Molucas en Indonesia, se emplea desde la época romana y existen referencias a sus propiedades en las cortes de Bizancio y Persia. Pero sería unos siglos más tarde, a partir del XI, cuando los árabes la introdujeron comercialmente en Europa, extendiéndose su uso por las clases nobles del Viejo Continente.

    La importancia mercantil se desarrollaría a partir del siglo XV cuando Portugal, única potencia conocedora de su procedencia, se convirtió en el centro del mercado europeo asegurándose la exclusividad comercial a través del Tratado de Tordesillas. Sin embargo, a partir del siglo XVII este monopolio pasaría a manos de los holandeses tras una encarnizada lucha por el control de las islas productoras, de donde los lusos serían expulsados.

    Durante 150 años Holanda se convirtió en la principal importadora de nuez moscada, fortaleciendo su economía y dejando una profunda huella en su gastronomía y en la de los países próximos.

Características

    El árbol moscata alcanza los 20 metros de altura y puede producir alrededor de 1.500 frutos por año. De cada fruto al madurar se extraen dos productos: el macis, de color anaranjado y aspecto gomoso, y la nuez moscada, en forma ovalada y apariencia rugosa.

    El primero se comercializa en seco, en forma de pasta, y la segunda se vende rallada o entera para uso culinario, destilándose también para obtener esencias empleadas en la industria alimenticia como saborizante de platos preparados, jarabes o bebidas de cola.

Gastronomía

    La cocina asiática y europea ofrecen numerosas recetas condimentadas con nuez moscada, habitualmente acompañada de otras especias de sabor más fuerte.

    Las salsas como el curry o bechamel, cremas de verduras, purés de patatas, rellenos de carne, asados, verduras rebozadas o al horno, platos de pasta o elaboraciones con queso así como los embutidos, salchichas, mortadelas, o los postres y dulces tradicionales con harinas refinadas son elaboraciones donde habitualmente se emplea esta exótica especia.