La pimienta es, junto a la sal, uno de los condimentos principales de la gastronomía mundial, con una producción anual que alcanza los 2,5 millones de toneladas, concentrada principalmente en la India, China, así como otras zonas del Sureste Asiático y América del Sur. España es uno de los principales importadores europeos, ya que sus empresas de hierbas aromáticas preparan y envasan el producto para su consumo interno exportándolo a gran parte de Europa.

Historia

Los griegos descubrieron su uso y los romanos, que además la consideraban afrodisíaca, intensificaron las rutas con las Indias Orientales para potenciar el comercio por todo el Mediterráneo. Su enorme resistencia para permanecer intacta ha permitido que durante siglos fuese considerada una mercancía de gran valor y aceptada como moneda de cambio hasta bien avanzada la Edad Media.

El mercado especiero, originariamente en manos de genoveses e italianos, sufrió un importante receso tras la caída de Constantinopla en el siglo XV, provocando que portugueses, españoles, ingleses y holandeses buscaran nuevas rutas comerciales con Oriente a través de África y con el recién descubierto continente americano.

Características y variedades

La pimienta es el fruto procedente del arbusto Piper nigrum L., perteneciente a la familia de las Piperáceas y presente en los mercados en 3 variedades principales: verde, negra y blanca. Estos tipos de pimienta proceden de la misma planta, recolectando sus granos en distintos grados de maduración y sufriendo un tratamiento diferente: en salmuera para la verde, secada al sol para la negra y además pelada para la blanca.

Gastronomía

El uso culinario de esta especie está presente en todas las gastronomías del mundo en platos salados y dulces tanto de recetas tradicionales como modernas. Muchas de las elaboraciones domésticas de carnes, pescados, productos lácteos, verduras frescas y cocinadas, arroces o guisos incluyen la pimienta en su aromatización junto a otras especias como el laurel, la cebolla o el ajo.

La gastronomía murciana usa abundantemente la pimienta, por influencia romana y árabe, en platos tan nuestros como el zarangollo, caldo con pelotas, arroz y costillejas, lomo de orza o perdiz escabechada condimentados con aromáticos granos de pimienta negra que le dan el toque indiscutible de la cocina casera.